jueves, 20 de diciembre de 2018

Lo bello y lo siniestro en la poesía de Mehdi Mesmoudi.





Lo bello y lo siniestro

en
la poesía de Mehdi Mesmoudi

                                                                   Por Ahmed Oubali.





INTRODUCCIÓN

Testimonios sísmicos pertenece a la literatura del desastre que, como saben, trata de las grandes catástrofes, tanto las provocadas por el hombre como las naturales, donde el desastre deviene el protagonista unilateral de la narración. En ambos casos el trauma y la locura instalan al individuo en el nihilismo, al no poder vencer las fuerzas del mal. En Testimonios sísmicos, encontramos este doble concepto de desastre, el existencial y metafísico, en la línea de la obra de M. Blanchot, La escritura del desastre y el natural, ilustrado por Voltaire quien lo usó como motivo de reflexión filosófica sobre el devastador sismo de Lisboa de 1755, que provocó más de cien mil muertos y repercutió en Tánger, dejando arrasados varios edificios.
Utilizo para el corpus la edición: Juegos Florales Margarito Sández Villarino, 2018.


A-        Estructura externa del poema
El poema consta de 9 estrofas irregulares y pertenece al género lírico que se define globalmente como una composición literaria en la que se escucha la voz del poeta enunciando sus reflexiones, reivindicaciones y sentimientos.
Lo que impresiona a primera vista es su estructura en verso libre, despojado de prácticamente todos los signos de puntuación (salvo algunos puntos de interrogación y suspensión, cuya función explicaré más adelante), donde numerosos blancos representan cortes sintácticos, elipsis y pausas rítmicas.
¿Por qué opta el poeta por la omisión de la rima y la abolición de la puntuación?
Muchos pensarán que se trata de eludir la complicada y restringida elaboración métrica para imitar la moda de la tendencia poética postmodernista.

En realidad la elección del verso libre sin puntuación lo exige el tema tratado, Testimonios sísmicos, cuyo epíteto "sísmicos" indica de entrada que tanto la gramática como la métrica dejarán de funcionar como de costumbre para dar lugar al texto fragmentado, tectónico, que exploraremos más adelante. Al liberarse de las restricciones y entorpecimientos que suponen la prosodia clásica, el poeta se propone traducir "fielmente" los efectos devastadores del desastre, dentro y fuera del hombre.
A este respecto, conviene recordar que la abolición de la puntuación es reivindicada por grandes poetas como Mario Benedetti, James Joyce y Cela, entre muchos otros.
Así, con una métrica irregular, donde es abandonada la rima y donde las estrofas son polimorfas y fluidas, las palabras instauran todo un sistema de ecos y correspondencias expresivas entre los versos y dan al poema nuevos ritmos donde las emociones y los sentimientos se liberan del yugo métrico para representar los trastornos de la psique del poeta causados por el ya citado cataclismo.
Esta forma peculiar de poetizar permite al poeta expresar en estado puro sus reflexiones e inquietudes, imprimir a las estrofas un ritmo que podríamos definir de entrada como "sísmico".  
La estructura externa nos informa en particular sobre algo esencial: lo que importa no es la narración en sí ni el argumento sino la forma de exponerlo y contarlo. A este nivel, se intuye de entrada que algo vertiginoso sucederá durante y después del sismo natural y mental. El suelo cederá, habrá gritos, saltos, visiones y el único apoyo de salvación, para evitar el abismo, es la escritura.


B-        Estructura interna del poema

1       1-     Sinopsis.
Testimonios sísmicos surge sin duda de una experiencia personal, teniendo en cuenta el sentido doble del título que alude al sismo natural e intelectual. Por eso impacta por su escalofriante descripción de las consecuencias que éste causa en términos de desesperación, terror, alienación y muerte...
Hay tres fuerzas centrífugas que interactúan en el poema: la descripción de la destrucción del medio ambiente por fuerzas naturales; su impacto devastador sobre el hombre y el compromiso del poeta de interpretar e interiorizar esta trágica experiencia con su testimonio y su reflexión consecuente.

2    2-     ¿Por qué hablar de lo bello y lo siniestro?
El título del poema es polisémico. Habla del sismo como fenómeno natural y como trauma intelectual y mental. Éste es más impactante y devastador. Constituye lo siniestro en la existencia humana. Paralelamente, el instinto de conservación se impone y merece ser asumido siempre y cuando apunta la esperanza al horizonte, la lucha por la felicidad, el goce y la libertad. En esto radica lo bello. La poesía, mediante la lengua, describe esta trágica condición humana con cara de Jano, y es lo que constituye el objeto del arte y la literatura. Estas dos categorías son fuentes y garantes del conocimiento y de las artes que utilizo como hilo de Ariadna en este estudio.

Freud fue el primero en hablar del tema cuando analizó en su ensayo “Lo Siniestro”, el cuento “El hombre de arena” de E.T.A. Hoffman. Pero quien mejor lo expuso fue E. Trías con su obra clave, Lo bello y lo siniestro, donde afirma que lo bello y lo siniestro son caras de la misma moneda. Lo siniestro, afirma, produce la ruptura del efecto estético y lo bello lo restablece.

Mostraré como Mehdi Mesmoudi inmoviliza el foco de la descripción sobre estas dos categorías, utilizando de forma ilimitada los recursos estilísticos, los efectos sinestésicos y las referencias simbólicas. Instituyen en el poema un doble lenguaje, el de una narración específica (la de un mundo caótico) hecha por un testigo ocular (el poeta) y el de una reflexión existencial nihilista a través de la escritura, hecha para elucidar la problemática del lenguaje.


3   3-     EL CONTENIDO DE LA FORMA

Veamos brevemente estos tres itinerarios temáticos

                       A.  Los estragos devastadores del sismo

La primera estrofa describe de entrada la trágica realidad que se ofrece al hombre después de la destrucción del entorno:
    
          / Nos hemos despertado ante la pesadilla del siglo / (Verso 1)

verso ilustrado seguidamente con unas espeluznantes y siniestras imágenes comparativas, "la hueca cimitarra que atraviesa los huesos"; "campos de concentración"; "la angustia de los templos griegos", "la fría soledad de los pasillos de los santuarios"; expresiones que desarrollan una implícita isotopía de un aterrador escenario de fin de tiempos donde yacen cadáveres e impera la muerte.

Las estrofas 2 y 4 aportan más detalles sobre la demoledora acción del desastre.
                
El terremoto es inexorable y cruel. No avisa ni elige a sus víctimas. Sorprende, aterra y destruye despiadadamente. El “impacto imprevisto” afecta a la gente dondequiera que viva y con total discriminación. No hay salvación alguna. Las imágenes son abrumadoras: el hombre yace “atolondrado” en el caos de la desolación, perdido en “los muelles de la indignación”, abandonado en “los acantilados del olvido”.

/ Para vivir aquí / uno se alimenta diariamente / de los alambres de púas / ¿los puedes imaginar? : / Tiene el acento pérfido y atrofiado /; / el tacto atroz / atolondrado / El paladar endurecido / por los jaguares ebrios que / se mutilan al amanecer /
/ La mirada ensangrentada / avinagrada / (...) / La angustia toma de rehén a los cuerpos / evocan aquel día atroz /

                      B. La función testimonial de la poesía

En las estrofas tres y siguientes, vamos descubriendo paulatinamente que el poema habla de otro sismo, más implacable y siniestro: el que golpea al individuo en su Ser más hondo y transforma la tragedia  en reflexión existencial...
El sismo engendra a este nivel consternación, inquietud e incertidumbre, ensombreciendo la vida de centenares de miles de personas.
Se eleva entonces una voz en esta “pesadilla”, caos surrealista, la del poeta, para testificar, rebelarse y delatar el estado de desgracia de la condición humana, mostrando todos los aspectos del sufrimiento, desde la exasperación, la depresión, la impotencia, hasta la derrota total.
Esta voz alude a León Felipe que, en su libro Versos y oraciones del caminante, define precisamente al poeta como representante de Dios en la tierra, con la sublime misión de denunciar y condenar el mal, cantar el amor, la amistad, la libertad y la justicia. El poeta asume y comparte esta responsabilidad:

/ Yo también quisiera ser alfarero del verso / mensajero de la ciudad que surca la costa /  arremeter en los asuntos locales de la poesía / descubrir nuevos vuelos / una música distinta que distinga el tino del tinte / (Estrofa 3)

/ ¿Dónde están los poetas? /, pregunta la voz en la estrofa 6.
/ ¿Dónde están los malditos poetas / (...) / que claman contra las injusticias /  con los pies acribillados / y ascienden heridos ante el verso? / (Estrofa 7)

/ ¡Nos urge un verso impreciso / que cante la letanía rota de los niños héroes! / No tendríamos que necesitar a los charlatanes / que apestan en las plazas / e invocan las secretas alianzas / el pacto originario de nuestra ciudad / (Estrofa 8)


                    C. El tercer recorrido. Una doble lectura

La última estrofa concluye sobre un abrumador pesimismo: la muerte parece vencer en todos los frentes, destrucción del entorno, dolor por doquier, escenarios de implacable desamparo cuyo desenlace es la nada, porque toda lucha o empeño de salvación es inútil, incluido el compromiso literario del poeta.

/ ¿Tendré que perecer en el intento / o simplemente desaparecer como aquel monje / que (...) / dejó por escrito sus enseñanzas / y de él no se supo nada? /

/ ¡Ojalá escribir / sirviera para aspirar al vacío / y al olvido! / ¡Ojalá escribir / sirviera para envenenar la hoja en blanco / y liberarnos /librarnos de nosotros mismos! (E 9).

No obstante, el uso de los puntos de interrogación y suspensión indican que la desesperación, la depresión y la derrota del poeta no son definitivas. La estrofa expresa en efecto un dilema existencial: a una metafísica de la derrota se opone un pesimismo lúcido a lo Schopenhauer y una voluntad de poder a lo Nietzsche. Es verdad que vivimos en el peor de los mundos posibles, diría el filósofo, pero éste es el único mundo posible que tenemos. Así, detrás de aquellos signos retóricos, que podrían interpretarse como una litote, apunta una respuesta implícita pero inminente: hay que seguir “con el intento”; hay que  escribir y testificar para concienciar a otros.

A este nivel, el concepto de sismo adquiere otro sentido, el de una escritura de ruptura.  Así, lo que aparentemente era literatura del sismo es ahora concretamente sismo de/en la literatura, una literatura sísmica, característica esencial de una cierta escritura que, a través de la descripción de lo bello y lo siniestro, se propone abandonar la mímesis aristotélica e inaugurar una poesía sísmica donde prevalecen el caos de las pasiones, el sinsentido y lo irracional. Esta nueva forma de escribir, visible en la estructura externa del poema, permite al arte transgredir las formas clásicas de la literatura y hacer visible con intenso determinismo lo bello y lo siniestro, categorías intrínsecas al cuerpo físico y sus instintos vitales.

Hay sin duda, en esta perspectiva, influencia de varios autores (los que fueron llamados malditos) pero el que me viene ahora a la memoria es  A. Artaud quien creó el teatro de la crueldad, definido como arte absoluto por abandonar precisamente la lengua, suplantándola por el lenguaje no verbal, el del silencio y los gestos, el del sismo natural o intelectual, donde teatro, sueños, locura, delirios y cordura y realidad son sinónimos puesto que nos sitúan fuera de la lengua que enmascara y oculta lo esencial: el mundo real verídico nuestro, desmitificado y vaciado de todo credo, fe, superstición, hipocresía y mentira.


4    4-     LA FORMA DEL CONTENIDO

--     --                                              Nivel fónico-métrico
La descripción del fenómeno  sísmico exige que se abandonen la métrica y las reglas de la rima y se privilegien estrofas con versos fragmentados para describir las fuertes emociones que provoca el sismo.
Esto hace que la frase del verso sea híbrida (de 3 a 13 sílabas), las pausas y la entonación abruptas a causa de las variadas velocidades del ritmo. Por eso no sorprende ver que la medida métrica oscile entre versos catalécticos con tendencia al anisosilabismo o heterometría. Todo ello para dar lugar a una musicalidad poética extrema, donde lo visual, lo táctil y lo auditivo prevalecen sobre lo legible. Así, la elección de las palabras, el ritmo y sus juegos de sonidos  son llevados por el autor a un nivel de alto alcance poético.
Consecuentemente, la perfecta proporción en la distribución de las aliteraciones asonantes y consonantes modaliza la estructura acústica del poema, es decir, reinterpreta el sentido del verso, instaurando así una doble relación de sonido-sentido, como bien lo muestran las intermitencias acústicas onomatopéyicas del sismo, tales como las /s/, /t/, /r/, /p/; luego las , /bms/, /pert/, /pes/, /esp/, /trm/, /tin//lndr/, /mngl/, etc.

-     --                                         Nivel gramatical
Veamos ahora la cartografía de los segmentos del poema. Éstos son alternativamente alineados a la derecha y a la izquierda, con varios versos en ruptura y con espacios en blanco que recuerdan alegóricamente las placas tectónicas y los trastornos del vértigo existencial. Notamos a este nivel un sutil coeficiente de realismo: cada línea corresponde a una frase tangible y no abstracta (sustantivo, sujeto, grupo verbal y complementos), con una sintaxis singular bien elaborada, siendo las subordinadas casi ausentes, la temporalidad, borrosa y la puntuación, totalmente abolida. Todo ello para que la gramática se adapte al entorno siniestro descrito y no al revés, es decir, la estructura semántico-sintáctica "obedece" al ritmo del verso y se pliega a la grafía abrupta e irregular de las estrofas, para ajustarse al caos de los terremotos.

-           Nivel léxico-semántico
En literatura del desastre, el desastre, sea natural o metafísico, es el principal protagonista de la tragedia humana.
El archilexema "sismo" (del griego seismós (conmoción, agitación, sacudida) es pues el protagonista del poema, por estructurar el campo semántico de todo el texto, exponiendo múltiples sememas y semas que por falta de tiempo y espacio no es posible exponer aquí. Basta con recordar algunos lexemas como: pánico,  terror, consternación, desesperación, angustia, pena, grito, depresión, incertidumbre, dolor, tristeza, sofocación, agonía...
                                        
Paralelamente a este léxico, aparecen cuatro elementos semánticos cuya función corresponde al anclaje referencial extralingüístico que consiste en ubicar el poema en un contexto concreto conocido: geográfico (Helechos, muelles y buques, acantilados y manglares; balcones cordobeses); histórico (hueca cimitarra, campos de concentración, nuestro patrimonio cultural de la nación); mítico (templos griegos y santuarios, muerte cabalística) y estético, al aludir el autor al poeta León Felipe.
Así, el poema, y pese a su condensada narración, abarca un tiempo-espacio que se extiende desde hic et nunc hasta los albores del sentido.

-    ---                                       Nivel estético
Las Figuras retóricas son palabras que se utilizan para dar énfasis, belleza y originalidad a una idea o sentimiento, superando el sentido literal. Realizan así la experiencia estética que consiste en transportar al lector a una dimensión irreal donde puede experimentar fuertes emociones y profundos sentimientos.
El poema encierra un impresionante cóctel de imágenes y figuras literarias.
Expondré las más destacadas:

                     
FIGURAS RETÓRICAS
       FUNCIÓN EN EL POEMA
                       EL VERSO DONDE APARECEN

METÁFORA
Sustitución de un término real por otro ficticio con el que mantiene una relación de semejanza
los helechos sígnicos del hambre, (estrofa 1, verso 2 y siguientes); los muelles de la indignación (…) los acantilados del olvido (estrofa 2, verso 2)

ANADIPLOSIS
Repetición del último elemento de un grupo de palabras al principio del grupo siguiente.
¿Habrá alguna muerte más sagrada / más íntima  /  más cabalística / (…)?  (E 2, v 4)

POLISÍNDETON

Repetición insistente de la misma conjunción
el acento pérfido y atrofiado (E4, V5); los focos estelares y los informes forenses (4, 16); cosas precarias y gastadas auroras (5,12); seres insalubres y celosos (6, 3); juglares y turistas (6, 9); candiles y sarcófagos vacíos (7, 8)
PARALELISMO
Repetición de construcciones similares en dos o más versos
se pierden en los muelles de la indignación e irrumpen en los acantilados del olvido (2, 2 y 3)
QUIASMO FÓNICO
Se emplea una misma estructura sintáctica, pero en orden inverso o cruzado
una música distinta que distinga el tino del tinte (3, 7); ¿Habremos de esculpir una lengua familiar en que escupamos todos los demonios? (6, V1, 2)
HIPÉRBATON
Alteración del orden de las palabras
En este enclave de soledad (8, 7) // trato de abrir esta línea que justifique lo que escribo (8, 11)

ASÍNDETON

Supresión de conjunciones que suele dar impresión de rapidez o viveza
Quisiera ser alfarero del verso / mensajero de la ciudad que surca la costa / divisar una rima lejana  /  enajenada / arremeter en los asuntos locales de la poesía / descubrir nuevos vuelos (3, 1 y sig.)

BIMEMBRACIÓN
División de un verso en dos partes; las palabras incluidas en cada parte pertenecen a la misma categoría gramatical.

Aunque la muerte nos espere al doblar la aceitunada calle (2, 8) … /  y los buques hinquen los dientes  / en los manglares (2, 12)

METONIMIA
Sustitución de un término por otro con el que mantiene una relación de proximidad.
Este poema pudiera ser nuestro patrimonio / cultural / tendría un valor económico añadido / o al menos un sudor distinto en la frente (6, 4 )


PROSOPOPEYA

Atribución de cualidades humanas a seres inanimados  o irracionales
pasillos que sueñan (1, 6); aunque la muerte nos espere (2, 8); …el muelle pronuncia su gorjeo pagano y los buques hinquen los dientes en los manglares (2, 10); que el susto haya evaporado la ciudad y colapsado las almas (4, 13); la angustia toma de rehén a los cuerpos (4, 17)

SINÉCDOQUE
Se denomina a una cosa por el nombre de otra, en relación metonímica que pueden tener
los versículos de León Felipe (2, 13), este poema pudiera ser nuestro patrimonio cultural (6 , 4);

OXÍMORON

Contraposición de dos términos en un mismo sintagma
nos falta el aire que ha colmado  /  el valle (7, 5); claman contra las injusticias / con los pies acribillados (7,12); ¿Me absolverían los que ascienden /  inciertos ante la ceguera? (8, 12)

EPÍTETO
El epíteto es el adjetivo que se emplea para atribuirle cualidades al sustantivo a que acompaña.
Testimonios sísmicos (título); el tacto atroz / el paladar endurecido / por los jaguares ebrios / la mirada ensangrentada (4, 6 y sig.); el versículo tembladizo  / la oración fúnebre (7, 2)

HIPÉRBOLE

Exageración del sentido literal.
La pesadilla del siglo, (1, 1); ni los versículos de León Felipe nos pueden salvar (2, 13); las almas que reencarnan  /  por las esquinas / allende los focos estelares (4, 14 y sig.)

SINESTESIA
Consiste en atribuir una sensación o sentidos a un objeto al cual no le corresponde convencionalmente.
Buscan el olor de una luz tenue / o el cálido azufre de un infante (5, 4 y sig.); ¿A qué huelen esas fosas comunes / ese tornasol apagado / esa comitiva fúnebre? / ¿A qué sabe ese idioma extinto?  (5, 8)

PARADOJA
Expresa una  contradicción, con  intención de enfatizar eso  de lo que se habla.
Para vivir aquí / uno se alimenta diariamente   / de los alambres de púas (4, 1 y sig.); el cuerpo circular de Dios (7, 1)

ZEUGMA
Consiste en la elipsis en una oración de una parte enunciada en otra contigua.
La fría soledad de los pasillos que sueñan / los santuarios / (1, 6) –la oración omitida es = /Nos desgarra la angustia de …/

APÓSTROFE
Consiste en interrumpir el discurso para invocar con vehemencia a seres reales o no.
¡Ojalá escribir sirviera para aspirar al vacío y al olvido!
¡Ojalá escribir sirviera para (…) librarnos de nosotros mismos! (E 9)


CONCLUSIÓN  INCONCLUSA

Testimonios sísmicos es un poema que impacta por su realismo al describir el malestar y el dolor colectivo que provocan los desastres naturales o existenciales.
En ambos casos, este doble caos es el espacio de lo siniestro y lo bello donde la escritura intenta poner orden.
Empresa lograda con éxito por el lenguaje, al vincular, vía sinécdoque, ambas categorías: lo bello brilla por la fuerza oculta de lo siniestro y lo siniestro, impone su tenebrosa naturaleza por la ausencia latente de lo bello. Así, orden y caos, maldad y bondad, belleza y fealdad, goce y dolor, Eros y Tanatos se alternan en un baile a la vez escalofriante (calor frío) y placentero (placer entero).
El poema nos interpela, por último, por la penetrante reflexión existencial que hace sobre la función sísmica de la escritura al abordar la eterna dualidad humana / lo bello versus lo siniestro /, transportándonos emocionalmente por la sutil e inaudita estructura estética de sus versos, repletos éstos de imperecederas imágenes e indelebles sonoridades.
El carácter catártico del poema invita inteligiblemente a interiorizar esas dos categorías, (sentimiento de lo bello en su vertiente siniestra y subliminal, sentimiento de lo siniestro en su vertiente bella y sublime); invita al silencio y al viaje, más allá del bien y del mal...



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Almendro, Manuel (2002). Psicología del Caos. Vitoria-Gasteiz: Editorial “La Llave D.H.”
Bataille, Georges (1959). La literatura y el mal, trad. Lourdes Munárriz. Madrid: Taurus. 
Blanchot, Maurice (1990). La escritura del desastre, trad. P. de Place. Caracas: Monte Ávila.
Dumoulié, Camille (1996). Nietzsche y Artaud, por una ética de la crueldad. Ed. S. A. Madrid.
Eugenio  Trías (2001). Lo bello y lo siniestro. Ed. Ariel. Barcelona.
Évelyne Grossman (2006). Antonin Artaud. Un insurgé du corps.  Découvertes, Gallimard.
Jacques Derrida, Paule Thévenin (1986). Antonin Artaud.  Ed. Gallimard.
Todorov, Tzvetan (1982). Introducción a la literatura fantástica. México, Premia Editora. 
Zizek, Slavoj (2010). El acoso de las fantasías. Madrid, Siglo XXI Editores.

UNE AUTRE POÉSIE, UNE POÉSIE AUTRE



                         
UNE AUTRE POÉSIE, UNE POÉSIE AUTRE


                                   La présente traduction est un supplément à mon analyse du recueil de poèmes de M. Mesmoudi, faite le 18 décembre dernier, grâce à l'invitation de l'aimable équipe de l'association AMAAL de Tanger (voir lien infra). J'y avais parlé des axes particuliers du signe poétique chez l'auteur. Poésie de la dissémination (Cf. Derrida) et de la béance du Sens (Cf. Eco), deux aspects distinctifs et singuliers de la nature de l'Être. La poésie n'est plus ici une narration sentimentale d'un poète raté, un manifeste politique de pacotille ou un journal névrotique d'un faux prophète, comme on en voit partout aujourd'hui. Elle est en rupture avec la tradition littéraire, une invitation, par son émiettement syntaxique, au voyage et à la réflexion. Le titre même augure déjà que les signes linguistiques seront en distorsion, libérés de la forme grammaticale et du joug de la rime, avec, comme solide support, la profusion des figures de style, seules capables de "montrer" dans sa nudité et sa multiplicité l'Être confronté à son imaginaire, ses rêves et ses souffrances. Vous conviendrez, après lecture, qu'il s'agit d'une autre poésie, une poésie autre... Un poète pas comme les autres.




TÉMOIGNAGES   SISMIQUES


Nous nous sommes réveillés face au cauchemar du siècle
Ce n’est pas le cimeterre creux qui traverse les
os dans les camps de concentration
et féconde les fougères emblèmes de la faim

Nous attriste l'angoisse des temples grecs
La froide solitude des couloirs que font rêver
                     les sanctuaires



Ceux qui gisent étourdis de sommeil
se perdent dans les quais de l'indignation
et réapparaissent  sur les falaises de l'oubli

Y aurait-il une mort aussi sacrée
plus intime
                     plus cabalistique
que celle dont on se souvient en mourant?

Même si la mort nous attend en doublant la
                     rue couleur d'olive
où le quai profère son gazouillis païen
et les navires mordent
                     dans les mangroves
ni les versets de Léon Felipe ne peuvent nous sauver
...


J'aimerais moi aussi être un potier du vers
messager de la ville qui traverse la côte
repérer une rime lointaine
                     aliénée
m'engager dans les affaires locales de la poésie
découvrir de nouveaux vols
une musique autre distinguant le doigté de la teinte
                     le ton de la ténacité
                     le poète des ténors creux
qui attentent avec leur chanson à la lune
...


Pour vivre ici
on se nourrit tous les jours
                    de barbelés à lames
Peux-tu les imaginer?
Il a l'accent perfide et rabougris
le toucher atroce
                    étourdi
le palais endurci
par les jaguars ivres qui
                   se mutilent à l'aube

Le regard ensanglanté
                  aigre
priant pour que la peur ait évaporé la ville
et effondré les âmes qui se réincarnent
                  par les coins
au-delà des étoiles et des rapports médico-légaux

L'angoisse prend les corps en otage 
ils évoquent ce jour atroce



Ils ne cèdent pas
Ils survolent les alcôves comme de minces balcons
cordouans
des lances rouillées
pénètrent les toits plats de l'ignominie
cherchant l'odeur d'une faible lumière
ou le soufre chaud d'un bébé
...

À quoi sentent ces fosses communes
ce tournesol éteint
ce cortège funèbre ?
Quel est le goût de cette langue éteinte ?
dans laquelle émergent ces choses précaires
ces fatidiques
                    et usées aurores ?



Devrons-nous sculpter un langage familier
dans lequel nous puissions cracher  tous les démons
ces êtres malsains et jaloux ?
Ce poème pourrait être notre héritage
culturel de la nation
il aurait une valeur économique ajoutée
ou au moins une sueur différente sur le front
...

Ce n'est peut-être pas un paysage de prédilection pour
                       jongleurs et touristes

Où sont les poètes ?

Ils ont encore peur



Maintenant que le corps circulaire de Dieu nous presse
                       le vers tremblant
                       la prière funèbre

Maintenant que nous exhorte son argile mélodieuse
Maintenant que nous manque l'air qui a comblé
                       la vallée
Maintenant que les malheureux ont besoin
                        des lampes
et des sarcophages vides

Où sont les maudits poètes
à la barbe de prophètes et aux lèvres de fumeurs
qui crient contre les injustices
                        avec les pieds criblés
et s'élèvent blessés devant le vers ?
...


Nous incite un vers imprécis
qui chante la litanie brisée des enfants héros !
Nous ne devrions pas avoir besoin de charlatans
                       qui empestent sur les places
et invoquent les alliances secrètes
le pacte originel de notre ville
...

Dans cette enclave de solitude et de ruines
de déceptions
                   de gouffres et de  lacunes gothiques
                   j'essaye d'ouvrir cette voie
qui justifie ce que j'écris aujourd'hui

Serais-je absous par ceux qui s'élèvent
                  incertains devant la cécité ?



Devrais-je périr dans la tentative
ou tout simplement disparaître comme ce moine
qui pour traverser humblement la muraille
laissa par écrit ses enseignements
et disparut à jamais sans laisser de traces ?
...


Si seulement écrire
servirait à aspirer au vide
et à l'oubli !

Si seulement écrire
servirait à empoisonner la feuille blanche
et nous libérer
nous débarrasser de nous-mêmes !




https://ahmedoubali.blogspot.com/2018/12/lo-bello-y-lo-siniestro-en-la-poesia-de.html





Avec l'auteur et mon collègue M. Hamzaoui.
                                                    (18/12/18)