Poética del deseo en Camino de piedra azul,
de Almudena Tarancón.
Por Ahmed Oubali
Aclaraciones
preliminares
Este estudio recoge algunas de las observaciones
que hice durante mis lecturas del poemario antes de proceder a su traducción al
francés. Un estudio lingüístico previo a la traducción literaria siempre es
imprescindible.
Antes de entrar en materia, conviene aclarar
algunos términos para evitar inútiles polémicas.
¿Por qué hablar de poética y no de estética? Se
sabe que ambas tienen la función de enriquecer la expresión de una idea
ordinaria y habitual, dándole belleza, extrañeza, musicalidad, atracción e
incluso arrobamiento. Ambas interrogan la forma en que se expresa el mensaje
literario, además de destacar la estructura del contenido. No obstante existen
importantes matices entre ellas. Grosso modo, la estética concierne la actitud
del espectador o lector (reacción emotiva) ante la obra de arte, es decir,
determina la perspectiva de la recepción de la obra al “valorar” lo bello, lo
sensual, lo sublime e incluso lo sombrío o siniestro. En cambio, la poética se
centra en la producción misma de la obra, no en su recepción. Deja pues de lado
cualquier interpretación filosófica, comercial
o extralingüística para mostrar exclusivamente cómo con palabras y recursos
estilísticos se crean fuertes emociones, nobles o execrables sentimientos y
hasta formas estéticas de gran valor. Hay pues dos momentos, dos niveles en el
estudio de un poema: la percepción estética es el resultado final de un
laborioso trabajo que realiza la función poética mediante los recursos
estilísticos y los componentes lingüísticos.
El deseo preside nuestra percepción de la
realidad con más fuerza que la lógica y la razón. Por eso convoca todas las
ciencias sociales en su estudio. Como instinto superior, determina nuestra
forma de ser en el mundo, expresa nuestras pasiones y delirios, subsume nuestro
modo de pensar y creer y, tratado en literatura y sobre todo en poesía
(expresado y moldeado por esos recursos y componentes), deja de ser instinto
gregario y pasa a ser sentimiento trascendental. Aquí me ciño a la definición
misma expuesta en el poemario: el deseo de amar y gozar, de burlar el dolor y
el sufrimiento, incluso la locura y la muerte, el deseo de ser libre, el deseo
de ser poeta.
Por “poética del deseo” se entiende, respecto al
poema lírico, niveles de lenguaje inconmensurables: lo vulgarmente sexual es
transformado en expresión erótica de alta simbología, los preliminares de la
pasión son descritos como formas de arte y la unión carnal es definida como
arquetipo humano fundador, donde el placer y el goce, el intercambio emocional
y la comunicación sensual juegan un papel existencial fundamental. El cuerpo es
un entramado de deseos, básicamente insatisfechos por ser reprimidos y
cohibidos, y la palabra expresa ese estado de forma artística y poética,
transgrediendo tabúes, defendiendo el derecho del cuerpo a vivir su erotismo en
sus infinitas manifestaciones. La “poética
del deseo” informa en definitiva sobre el poder de la poesía de
transfigurar la realidad, idealizándola, embelleciéndola.
En este estudio, y por razones de metodología,
deseo e intimidad, por mantener semióticamente una relación metonímica, son
tratados como equivalentes.
Introducción
A- El
espacio en Camino de piedra azul.
El color azul, como sabemos, es símbolo de
inteligencia y del movimiento del pensamiento que trasciende la materia. La
percepción mediante el azul capta de forma diferente y sutil el sentido
esencial de las cosas, su belleza, su majestuosidad espiritual, representa la fuente misma donde surge el deseo y brotan
las emociones.
En la antigüedad se relacionaba al azul con el
infinito, la inmortalidad, la realeza, lo sagrado. Era el color divino y eterno
de los persas y los faraones. Así mismo, el azul es un color fresco y
tranquilizante y suele asociarse con la simpatía, la armonía, la amistad y la
confianza. En francés el término "Azur", que proviene del persa
lažvard o lapislázuli, describe con intensidad la piedra semipreciosa de color
azul utilizada por los persas en sus míticas construcciones. No obstante, mantengo
en mi traducción del poemario el término "bleu" para ser fiel al
contexto y al espacio en que es descrito. En efecto, como bien dice la autora:
Camino de piedra azul es el nombre de uno de los caminos que,
serpenteantes, se abren paso en el inabarcable mosaico de parcelas o azas que
dibujan la Vega de los Alcores y que habitualmente recorro. Veréis que muchos
de mis poemas están inspirados en este paisaje inmenso, con sus veredas, sus
luces, sus colores, sus aromas… y tantos regalos de la naturaleza que nos
ofrece esta tierra y que tengo la suerte de admirar y disfrutar desde las
ventanas de mi casa.
La noción de espacio es evocada pues desde el
íncipit del poemario: la “mirada”, al proyectarse por el camino de piedra azul, capta un
paisaje singular, el de los Alcores y la “casa” representa el inicio o punto de
arranque del deseo intimista que transitará por caminos y lugares infinitos, como lo veremos a continuación. La cita revela explícitamente el espacio
donde vive la poeta, lugar de sus ensoñaciones, tierra de sus recuerdos, fuente
de su inspiración poética, su universo idealizado. Es decir, este paisaje
exterior es total e intrínsecamente supeditado a otro espacio primordial, el Yo
lírico de la poeta, enunciador de su
deseo y desvelador de su intimidad.
B- Estructura
interna de la obra
El poemario pertenece al género lírico intimista
donde la poeta opta por el verso libre.
Conviene antes de proseguir recordar lo que se
entiende por “verso libro” y por “poema lírico”.
La lírica se define inicialmente como una
composición literaria en la que se escuchaba la voz del poeta que enunciaba
poéticamente sus emociones y sentimientos.
El verso libre se libera de las restricciones y
entorpecimientos que supone la métrica y la prosodia de la poesía clásica para
crear efectos poéticos nuevos. Con una métrica irregular, donde es abandonada
la rima y donde las estrofas son polimorfas y fluidas, las palabras instauran
todo un sistema de ecos y correspondencias expresivas entre los versos y dan al
poemario nuevos ritmos donde el deseo y las emociones se liberan del yugo
métrico para adaptarse a los movimientos rebeldes del alma, a las paradojas de
los sueños y a las inquietudes de la conciencia.
Es importante recalcar que el verso libre en Camino de piedra azul se libera de la
rima pero no del ritmo (sucesión de acentos, intensidad de la voz en una
sílaba) ni de la medida musical. Y esta liberación permite a la poeta expresar
en estado puro sus sensaciones y emociones, imprimir a las estrofas el ritmo
apropiado, elegir la melodía y la expresión de la belleza y utilizar de forma
ilimitada los recursos estilísticos, los efectos sinestésicos y las referencias
simbólicas. Estas categorías, fundamentales en la poesía de la autora,
instituyen un doble lenguaje, el de una narración intimista específica y el de
una organización tipográfica típica de las estrofas: la destrucción del verso y
la descomposición de las palabras elaboran un efecto arrítmico que hace que su
pronunciación, como lo veremos, cree imágenes y sensaciones audiovisuales,
olfativas, gustativas y táctiles.
Debido a su variada pero coherente temática y sus
planos formales y discursivos, el poemario se estructura como una unidad
arquitectónica perfecta. La obra consta de tres partes tituladas respectivamente
A veces tan dulce (de 25 poemas, con
temas como el enamoramiento, la seducción, ecuanimidad, reencuentros,
reflexiones y esperanzas), A veces tan amargo (de 15 poemas, con
temas como el desamor, el dolor, el abandono, la separación, el olvido, la
resignación) y Allí donde te encuentres
(un apéndice de 23 cortos poemas, donde
prevalecen textos aforísticos).
Los temas tratados son de factura intimista
romántico simbolista como la exaltación del yo, el derecho a la libertad, la
simbiosis con la naturaleza, la insatisfacción, el amor apasionado, el
desengaño, la muerte, la soledad, la melancolía, la rebeldía y la evasión. Pero
donde innova la poeta es en la expresión y exposición de dichos temas. El
contenido tiene en efecto dos aspectos estructurales entremezclados:
paralelamente a la poesía lírica con esbozos románticos, angustia existencial
y una vasta simbología peculiar del deseo
erótico, se desarrolla una poesía narrativa original repleta de leyendas, temas
históricos y alusiones a personajes míticos.
Leemos pues, sin apenas notarlo, una poesía
desdoblada y polifónica.
Camino de
piedra azul es un viaje que invita a descubrir y valorar
esos temas en la terra incógnita de
una psique: el espacio de la intimidad singular de una mujer que ama, sufre y
revela una visión del mundo particular, sin ninguna intención moralista o
literaria y cuya finalidad única es el show del placer estético. Veremos
cómo esta poesía, anclada en la escritura de una subjetividad "a lo
femenino", logra construir un lenguaje poético original.
En este viaje, que con modestia llamo
"odisea del deseo por los recónditos de una introspección", mostraré
con brevedad algunas facetas (ocho paradas o escalas) de la manifestación de la
intimidad a través del deseo que organizo en temas representativos de la obra y
dedicaré en el apartado II un
análisis exhaustivo a un poema seleccionado.
I-
Temática general. El deseo y su enunciación
Las grandes fuerzas centrífugas binarias que
interactúan en el poemario son varias. Evocaré las principales que son
amor/desamor; vida/muerte; dolor/placer; rendición/libertad. Esta elección no
es arbitraria ni parcial porque representa la idea del conjunto de los mensajes
fundamentales.
1. Espacio de una intimidad e intimidad de un
espacio
El primer poema, que reitera el título de la obra
y lo repite en el último verso, define de entrada el espacio donde se expresará
la visión intimista de la poeta.
El título representa por antonomasia el espacio
del poemario. Es un título que "engancha" porque es a la vez
metonímico (es parte de un itinerario, un camino a recorrer) y metafórico
(invita a descubrir toda una red de simbología de los sentimientos y las
emociones). Constituye por último el leitmotiv
de la obra, al configurar los temas expuestos.
NOTA. En adelante hablaré de "voz lírica" para evitar así
confundir las cuatro instancias discursivas principales que son el autor real,
el narrador, el lector implícito o ideal y el actante textual o “hablante”.
“Voz lírica” conviene mejor porque el poema lírico es cantado o leído en voz
alta.
La noción de espacio es pues evocada en el
íncipit:
/Este
viento indómito / se bate / sobre las
formas alcoreñas / y colores de la vega / penetra por las ventanas de mi casa
/.
La voz lírica describe primero el lugar de su
inspiración, su tierra y su casa, ambas elegidas e idealizadas de una cierta
forma. Notemos que el posesivo "mi" indica la primera persona del
singular o pronombre personal "yo" que de entrada preside la
enunciación o punto de partida de la expresión intimista:
/ (penetra) por mis pensamientos / me
deja / serena/ mientras / se desliza una lágrima / y recorre
cautiva / el camino de piedra azul /.
Las imágenes son impresionantes. Informan a priori sobre el estado de ánimo de una psique que desea desvelar su
diario íntimo. El contraste entre "viento indómito bat(iendo)" y
"me deja serena" y entre "las formas alcoreñas y los colores de
la Vega” y la intimidad de "mi casa" (el paisaje es descrito desde
una introspección cuya mirada se proyecta hacia el exterior) introduce un
importante elemento en el poema: tanto la ”Vega” como la "casa" son
subsumidos por un Yo melancólico romántico ("se desliza una lágrima")
para enunciar con quietud la decidida manifestación de una singular intimidad
que se explicitará a lo largo de toda la obra.
La expresión "Viento indómito" es una
metonimia o sinécdoque del estado psíquico de la voz lírica y “hogar-casa”, una
metáfora de su cuerpo. "Formas alcoreñas" simbolizan espacios entrañables,
recuerdos vividos, percepciones sensoriales indelebles. El poema despliega
paralelamente una profusa isotopía del universo "natal", "hogar
deseado y albergue entrañable": así, "Alcores",
"Vega", "casa", “horizonte”, “cielo”, “viento”, “colores”,
“tierra”, son sintagmas que representan uno de los temas centrales del
poemario: la naturaleza. La voz lírica busca en el “entorno natal” el
primordial punto de apoyo para su vida sentimental y existencial y su poesía.
Así, el espacio de una intimidad es también
intimidad de un espacio. Hay muchos elementos en este corto pero denso poema,
evocaré algunos más adelante, que dibujan en filigrana la cartografía de una
topofilia que justifica hablar ya de una poética del espacio en el poemario.
2. La autobiografía como diario íntimo del deseo
La poesía intimista oscila siempre entre la
autobiografía y el lirismo. El poeta va del mundo real vivido al mundo
subjetivo e imaginario.
Para ser breve, evocaré solo este ejemplo:
/Génesis:
/ Con la aurora entra la luz por mis ojos / [...] Nací un frío día de invierno al amanecer /
cualquier año, cualquier hora /. (12 de
enero de 1971, seis de la mañana).
La voz lírica adopta aquí una actitud subjetiva y
mítica al narrar el nacimiento. Con esto sabemos que a la autora no le preocupa
la autobiografía en sí sino la autorreferencia a un hecho sentimental. Pese a
ciertos indicios gramaticales de ubicación espacio-temporal, la sinonimia entre
"Aurora" y "amanecer" y el énfasis del epíteto en "un
frío día de invierno", la evocación de la memoria se hace de forma
intuitiva y atemporal: "cualquier año; cualquier hora". El nacimiento
se metaforiza en un sublime recuerdo nostálgico para dar lugar al verdadero
tema de la enunciación: el objeto deseado descrito en el verso 7 y los siguientes.
/ […]
Coordenadas para llegar a mi esencia: / navega, vuela, camina. / […] Búscame
al final, / donde terminan las estrellas
/ te espero/. (Ibid.)
Conviene leer todo el poema para disfrutar del
tema de la invitación amorosa inminente expuesto en un tono romántico y repleto
de impresionantes contrastes: temporales ("En ese sempiterno
instante"), sentimentales ("en un impulso apasionado"),
espaciales ("en la hondura de mi corazón"), ("donde terminan las
estrellas"), sensoriales (colores, sombras, luz, día y noche, aromas,
sonidos, dulzura, sabores) e imaginarios ("en aquella ciudadela aún sin
conquistar; en la fantasía").
3- El Yo (deseante)
entre alteridad e identidad
La psique, generadora de los espacios donde
"bulle" el deseo, es el conjunto de los fenómenos psíquicos que
forman la unidad personal de un individuo. El Yo representa esta unidad. Las
emociones y los sentimientos la expresan. Comprender la intimidad de un poeta
es en primer lugar explorar, desvelándola, su psique. Tratada en poesía (y en
bellas artes), la psique desvela aspectos tan profundos e íntimos como el mito,
el sueño, el arquetipo y los avatares pasionales del Ser.
-
Identidad del ser.
- […]
Construyo una vida sobre roca, / un hogar sobre fuertes cimientos. / Tomé
acertadas decisiones,… / En el reloj todo pasa como ayer, y yo / hermosa / joven / triste / mujer/. (Mujer)
- / Ayer/
aprendí sola a mantener el equilibrio / sobre dos pies, / Hoy / funambulista
sobre un pensamiento, / me encuentro a mí misma / en armonía entre mis
sentimientos / y la desnudez de un verso /.
(Acróbata)
- / Yo quiero parar el tiempo, / ahora / correr
/ salir del vacío de mi mente / sin mirar atrás, dejar allí, / desterrada, /
una antigua voz. / Su eco / constante y voraz / me recuerda, insistente, / esa
innata certeza del conocimiento / de mi propia existencia /. (Conciencia)
En estos tres poemas la voz lírica detiene el
tiempo para buscar su equilibrio y discurrir sobre su estado de ánimo,
sondeándolo, como si quisiera dar permanencia y solidez a una identidad
amenazada por los estragos de la adversidad.
-
Alteridad del ser.
/ […]
Algo muere dentro de mí / no me encuentro: / CAOS / […] imágenes
inmarcesibles de incorpóreos. / Hay otro yo, dentro, / nutrido, madurado,
resucitado. / Todo busca su propia naturaleza / y yo siento dolores de
parto…/. (Caos no significa desorden)
Conviene subrayar aquí el intertexto al que alude
el término "Caos".
En efecto, retomando la mitología griega, Caos personifica la nada y el desorden
que Gea transforma en mundo y orden. En cuanto a Eros, el dios del amor,
asegura la continuidad de las especies y la cohesión interna del cosmos.
-
transferencia de identidades:
/Si me
vacío de mí / y me lleno de ti / seré tú. / [...] si soy etérea y geografía
incierta / si me proyecto irrealizable / seré tú/. (Utopía)
Aquí el mensaje de la voz lírica es
inconfundible: Sin "ti", no seré yo misma. Para serlo, tengo que
salir de mí y, a través de "ti", ser yo misma...
La transferencia de identidades se hace para
alcanzar la plenitud del ser. El “juego” del deseo entre alteridad/identidad,
carencia/unidad del verso 1 y 2 concluye con la simbiosis que hace el verso 3
donde “tú” representa el objetivo del deseo amoroso, su felicidad y perfección.
Hay mucha filosofía existencial en este poema ya
que recuerda los temas del ser y la nada pero predomina en él el mito del
andrógino, muy explotado en literatura y la poesía y que la autora evoca,
mostrando su habitual interés por la cultura greco latina.
4- Los avatares del deseo
Evocaré tres. El tema central de los siguientes
poemas es el cuerpo entendido como depósito y motor de las pulsiones eróticas.
Adelantaré que en Camino de piedra azul, hay dos sujetos principales no ficticios y únicos protagonistas de
su deseo (un "yo" y un "tú") que aparecen en diferentes
espacios donde la voz lírica en primera persona protagoniza y organiza la
interlocución, interpela, interroga, pone en escena su pasión y su
desesperación, libera y realiza todas sus emociones. A este nivel se puede
hablar de una verdadera cartografía poética del deseo físico elaborada
sutilmente: en ella, el cuerpo del poema (su forma textual) se muta en el poema
del cuerpo (su contenido sexual). Poema, texto y cuerpo se ponen entonces, no a
rimar, sino a danzar indefinidamente. Así, el texto, cuya etimología es
"tejido", es a la vez metáfora de la piel del poema y metonimia del
cuerpo deseado. Por eso el sexo deja aquí de ser vulgar y ordinario y adquiere
un lenguaje estético puro, el de un erotismo trascendental cuyas fuertes
emociones descritas logran suscitar y provocar en el lector sensaciones de puro
placer que culminan en altos valores estéticos. Lo que importa no es el acto
libidinal en sí sino "la manera" en que se lleva a cabo. La autora
es, además de poeta, una fina psicóloga, teje con una impresionante soltura la
red de los juegos eróticos más íntimos: la exposición/descripción erótica del
cuerpo deseado es tan elaborada que provoca en el lector, además de lo
artístico, una oleada de sentimientos hedónicos y una carga de emociones
permanente. Así, el texto del placer
(recordando a Barthes) es también el placer del texto.
Por falta de espacio, no me es posible abordar
aquí todos los poemas que exponen el tema. Evocaré solo cuatro ejemplos
representativos del conjunto.
A-
El amor como búsqueda de plenitud
Camino de
piedra azul expresa, además de varios y múltiples temas, una
poética de las pasiones. No es casualidad si la autora alude a menudo a la
cultura y filosofía greco-latinas.
Citaré dos grados de amor complementarios, el
platónico y el físico.
-
/Mi pensamiento / en su empeño reflexivo, / busca ser un sentimiento:
/ amor, / busca tener una forma: / materia exacta, viva, / tú /. (Platón)
-
/En aquel lugar, / en aquel vacío insondable, / en la hondura de mi
corazón, / te espero. / Donde no existe la razón, / en la fantasía, / en un
impulso apasionado, / te espero/. (12
de enero de 1971, seis de la mañana)
El amor platónico, como sabemos, es un
sentimiento idealizado y de difícil realización, donde el deseo sexual es
subordinado a la búsqueda de lo bello y justo.
Aquí la voz lírica define la pulsión erótica como
prioridad mental absoluta del ser a satisfacer.
“Mi pensamiento es todo amor por ti”, es el tema del
poema, donde "pensamiento" y "sentimiento" riman y se
complementan.
Paralelamente, en el segundo ejemplo, la
conciencia es invadida por el "impulso apasionado" y la
"fantasía" es decir, la actitud reflexiva inicial del sujeto lírico
se muta en puro deseo de realizarse.
B- El
amor como juego erótico primordial
-
/ Percibo el templado aliento de tu ser / y descanso al tocar la
distancia / que nos une. / (Al atardecer)
-
/ Una brava centuria de palabras / gobernadas por tu voz, segura y
firme, / asaltó la fortaleza de mi alma. / Mi débil corazón quedó sitiado, /
apresado en tus poemas, / bellas y altísimas torres / desde donde lanzas
versos, / como saetas que me clavas / para siempre. / Tres capitulaciones para
mi rendición: / un abrazo sincero, / una profunda mirada / y un beso… /
suspendido / en mi sueño /.
(Capitulaciones).
Versos repletos de juegos jugosos eróticos. Está
el juego de las "miradas", "el aliento de tu ser"; "tu
voz"; "la fortaleza de mi alma asaltada"; "mi corazón
sitiado y apresado"; "me clavas saetas"; "abrazos y
besos"...
C-
Del amor platónico a la pasión carnal
El mensaje de Desnúdate
es de doble lectura polisémica:
- Invitación a deshacerse de los disfraces
de la hipocresía o la timidez y a romper los tabúes sociales para mostrarse tal cual: la forma más sana de
conocerse, entenderse y entablar una relación leal y transparente. Espacio
idóneo de empatía y sintonía existencial.
- Exaltación de la libertad de
disfrutar de su cuerpo sin traba alguna para acceder al espacio de los placeres
y las emociones más recónditas del cuerpo.
Explicitaré la segunda lectura.
1 1- Exaltación del acto erótico.
/Desnúdate
/ [...] entrégate por entero / [...]
/Somos el pulso equilibrado de nuestras manos / cuando cada acto fluye con
ternura entre / materia, relación y
tiempo: / tú nosotros ahora /.
La voz lírica recurre a un apóstrofe:
“desnúdate”. La invitación exhibicionista es explícita. Habla del deseo del
cuerpo a gozar y exteriorizar todas las pulsiones reprimidas. La exhortación es
formulada en imperativo categórico, seguida de la aseveración "somos el
pulso equilibrado de nuestras manos", para concluir con el evidente acto
amoroso.
La hipérbole “por entero” desarrolla una isotopía
sexual que alude al placer de explorar todas las zonas erógenas del cuerpo, la
"piel" acariciada y sentida; los besos saboreados, el “pulso” de las
"manos" (dulzura del tacto), la unión de las "partes íntimas"
a la que alude “cada acto fluye con ternura”…
La función de la aliteración en (/ate, am/ fr/
fl/ ent/) y de la asonancia en (/m, n, s, t/) expresan sonidos que traducen
claramente las emociones sensoriales que se comparten en una relación amorosa.
Habrá que leer todo el poema para percatarse de
que es una sutil metaforización del acto sexual primordial, acto descrito in
praesencia, pese a la función del imperativo que proyecta la escena en el
futuro.
2- El acto, realizándose in situ.
Sirimiris describe la escena erótica en directo. Trata del himno a la unión
física de dos cuerpos que se aman y se consumen, devorándose.
Asistimos en este poema a la erotización del
texto, texto hecho cuerpo, texto rimando con sexo.
/ [...]
La lluvia cae, fuera. / Pequeñas gotas descienden / sobre sus imantados
cuerpos, / desnudos. / Sirimiris / transformados en suaves caricias, / besos y
dulces palabras recorren / desenfrenadamente / cada centímetro / de sus
acalorados cuerpos. / Versos alentados
/susurros suspendidos en el aire / de tan alocado deseo /.
El texto no exige dilucidación alguna porque
embarga por las percepciones sensoriales y libidinosas que comparten los
amantes. La escena es cinematográfica: la expresión "sus imantados y
acalorados cuerpos desnudos" desarrolla por sí sola una isotopía que alude
a “caricias”, "susurros", "chasquidos de besos", “gemidos y
jadeos", “manos que recorren la piel", penetración, etc.
El lector no puede dejar de participar
mentalmente en este baile poético de emociones y placeres.
3- El acto, consumiéndose, descrito a cámara lenta.
En Ante ti ante mí, la unión física es
enfocada desde dos perspectivas: carnal, al describir el acto sexual
propiamente dicho y antropológica, al discurrir sobre la actitud eufórica del
amante.
a-
Carnal:
/ [...]
ofreciéndote me ofrezco
me ofreces / ofreciéndome / [...]
sublime cavidad natural ofrendada /
entregada / materia viva fluida / emana
de ti de mí / recorriéndote me recorres
te recorro / recorriéndome… / hasta donde tú quieras / acalorado /
pálpito estremecido / aliento /
consumado transformándome / frutada flor
/ piel salpicada suave / tu
cuerpo / mi cuerpo / misterio /.
b-
Antropológica:
/ [...]
altivo / mostrándote desnudo/ [...] instinto innato de varón/ salvaje ritual
ancestral /.
En los sintagmas "desnudo" y
"instinto innato" notamos cómo el deseo imprime emociones a las
palabras. "Desnudo" evoca "piel", "intimidad",
"tacto", "concupiscencia", "olores" e
"instinto innato", es una metáfora de la poderosa fuerza instintiva
del acto sexual.
La plataforma de las palabras arde, los sintagmas
"piel salpicada", "mi cuerpo/tu cuerpo" constituyen el eje
central en torno al cual se consume y se realiza el acto erótico en su
totalidad.
Las impresiones sensoriales que
"provocan" estos versos abarcan todos los sentidos:
audiovisuales, táctiles, olfativas y
gustativas.
Conclusión
El erotismo invita al placer de los sentidos pero
en poesía es ante todo emancipación y liberación del ser mediante el lenguaje.
El ser "se restaura" al satisfacer sus carencias. Camino de piedra azul es un camino donde
poesía y erotismo proponen descubrir una forma sublime de amar y gozar, sin
duda la mejor, ya que por sublimación, se alcanza la quietud del ser. En este
sentido, Camino de piedra azul es un
camino que, a través de la poesía erótica, se llega a la morada ideal, la de la
hermosura de las cosas, de las maneras virtuosas y del sentido placentero de la
vida. A este nivel, se puede decir que el acto poético y el acto erótico son
"intercambiables" porque ambos son movidos por un solo deseo
fundador, el de amar, gozar y realizarse. El sexo deja de ser
"instintivo" para mutarse en rito y mito primordiales, celebración
placentera de la vida y consagración de la fiesta para los sentidos. Así, el
poema no es sino la metáfora de todos estos actos. En él, las imágenes citadas
muestran, como en un caleidoscópico, los preliminares de la pasión amorosa y
las estrofas (¿alfombras?) sirven de plataforma a los enredos y enlazamientos
de esta pasión. Más allá del acto sexual propiamente dicho, está el acto
textual donde lenguaje y poesía (gramática y pasión) se compenetran, donde la
segunda eleva la primero -por el camino
de piedra azul- hacia nuevas formas de
sentir y de ser.
5- El
desamor, la otra cara disfórica del deseo
Hay en la poesía de Almudena Tarancón una doble
perspectiva existencial: expresión de nobles sentimientos amorosos y
existenciales y explosión de una extrema pasión sexual. Cuando ambas vienen a
faltar uno se siente profundamente herido y, por frustración o desilusión, se
encierra en la melancolía de los recuerdos. El desamor es tratado en poesía
como la causa primordial de la ausencia del sentido de la vida. Se habla de la
desintegración del Yo. El sentimiento de abandono por el ser amado es la temática
principal de los grandes poetas románticos y simbolistas. El tema es también
descrito con gran sensibilidad por la autora. Abarca momentos dolorosos tan dispares como la separación, la espera, la
resignación, la nostalgia, la soledad, el olvido y sobre todo el desengaño.
Siendo un tema muy extenso, reproduciré solo a
algunos ejemplos.
En el poemario, la soledad es también descrita
con ambivalencia: es a la vez existencial cuando es voluntaria, no causada por
cansancio ni rechazo social sino como la resultante de una frustración
psicológica propiamente individual. Es también resultante del desengaño amoroso
y en este caso el abandono genera dolor, sufrimiento, ansiedad y melancolía.
-
Separación.
/Salir de
mi ausencia / encontrar tu ausencia. / Te siento cerca / ensombrecido /
indómito, esquivo. / Envuelto en luz / tu corazón voló / hacia otra vida /
hacia otros sueños…/ Ahora perdido, / vagas entre almagres soledades / y
silencio /. (Sombras)
- Soledad.
/ [...]
Pero, como las Estrellas, / muéstrame el camino para llegar a ti / porque
navego, perdida, en algún mar / sin rumbo y / sola /. (Perdida)
En el camino de la separación, la angustia se
apodera del ser y hace borroso el sentido de la vida y del entorno. Nada será
como antes. La separación implica abandono por el amante y desunión respecto de
las cosas.
La existencia deja de tener sentido.
- Nostalgia.
-
/Conozco ese lugar donde habita lo inasible/. [...] Donde pasan días ondulados
[...] / Donde se oyen promesas efímeras, [...] / donde palpita un corazón
bohemio, / a veces cansado [...]/ Todo queda suspendido / pero las lágrimas /
pesan, ruedan, se evaporan / tras dejar
en los labios / el recuerdo de un beso /. (Días ondulados)
- / [...]
hiciste eclosionar en mí / una primavera efímera. / Te retiraste luego / así /
como retrocede la marea / y quedé forcejeando en tu resaca. / Ahora / de este
naufragio llegan a mis orillas / fragmentos aún con vida / lo voy recogiendo todo /. (Naufragio)
- Llantos
y recuerdos.
/En aquella
mirada vacía / la marea sube, rebelde / tras los párpados húmedos. / Brota el
llanto / para dejarte salir por donde entraste. / Silueta de sal diluida, /
lágrima a lágrima, / en los recuerdos /. (Silueta de sal)
Después de la separación y con la soledad el
recuerdo y la nostalgia invaden el alma de la poeta. Después de los tiempos
felices solo permanece duradero el otoño y la tristeza.
- Momentos
de intenso dolor.
/ Yo lo
he visto oculto detrás de tu nombre. / Es un dolor tan redondo / no me permite huir
ni ocultarme / en algún rincón, / donde
quiera que mire, ahí está / rodeándome. / Dicen que no tiene rostro / pero te
clava su mirada estriada. / Sus aristas abren, una y otra vez, / el perfil de
mi herida /. (Atrapada)
Aquí el dolor tiene una forma peculiar: es más
intenso porque es psicológico. Uno se siente impotente a controlarlo o a
evitarlo. De allí la angustia de soportar una vida absurda e inquieta.
- El
olvido:
/Lo que
fuimos me dejó sentada / ante tu ausencia. / Lo que no fuimos permanece / entre
las letras de una palabra inventada, / suspendido en el espacio incierto / en
el que quisimos ser. / Juraría que ascendemos / en un continuo querer
olvidarnos / en aquella entrega, / en aquel beso / que no fue /. (Lo que fuimos)
- Resignación:
/Me
agarraré al viento, / me dejaré llevar, / iré sin prisas / sin recuerdos / sin
palabras, / me llevaré mi corazón abierto / y mi piel perfumada. / (...)
silbaré tu nombre / suspendida / en el
infinito / me quedaré /. (Me agarraré al viento)
Partir es morir un poco, dice el refrán, y morir
es olvidar y abrir nueva página. Una forma de "eliminar" un doloroso
pasado. La mejor forma de recuperar la libertad.
6- Eros
versus Tanatos
Los temas del amor y de la muerte se pueden
asociar respectivamente a Eros y Tanatos, dos conceptos que la mitología, el
romanticismo y la psicología han explotado a fondo.
Los traté en varios estudios, en particular el
que dediqué a Antonio Machado:
Sin embargo, en Camino de piedra azul no creo que se planteen de forma explícita
porque el tema de la muerte es tratado por la autora diferentemente de los
románticos, en segundo plano: no hay en el poemario aparatosos suicidios ni
escenas de gran desamparo, al contrario, como lo veremos más adelante, brota,
si no un optimismo absoluto, sí un estoicismo admirable y una esperanza invencible.
La autora sublima el tema de la muerte (despista
a Tanatos) en dos aspectos: superándolo mediante la poesía y, en caso extremo,
lo aborda de forma metafísica.
Veamos algunos ejemplos:
-
La devastadora crueldad de la muerte:
/Se
arremolinan hojas secas / en la esquina. / Es ese viento, otra vez. / Esa fuerza
invisible pasa, / se lleva por delante la sombra / de los árboles, el vuelo /
de los pájaros la brújula / de tu destino /. (Otra vez la muerte)
La imagen otoñal y siniestra de la muerte (el
desenlace de la vida) muestra la fragilidad inexorable del ser frente a ella,
implicando rendición y desaparición como inevitable destino. El verso "esa
fuerza invisible se lleva por delante...tu destino", describe brutalmente la trágica situación que
el ser no puede evitar.
-
Pero la autora logra "burlar" ese cruel destino anteponiéndole
la sabiduría de Eros:
/Es fácil
morir. / No / no es fácil morir, / la
vida es más fuerte que la muerte/ y en ese combate, / el corazón es el último
mensajero / rendido y vencido, / en el momento exacto de entregarse / por amor
/. (Allí donde te encuentres, VI)
- Invitación
a la inmortalidad:
/Vente
conmigo / y cada amanecer verás / cómo los pétalos / de las rosas de mi patio /
sostienen con firmeza la gota de rocío / en la que yo muero/. (Ibid., XVI)
Esto quiere decir que mientras haya “un corazón
que ama” la vida continúa y el tiempo
vence a la nada... El instante se transforma en eternidad siempre y cuando
existe el amar… En casos extremos, el
ser muere pero la poesía sigue…
- Un
funeral de Diosas:
- / Pido ser enterrada hacia la puesta de sol. /
Pido una rutilante encarnadura de oro puro, / [...] Pido ser acompañada,
eternamente, / por un cortejo de estatuillas votivas: /tu rostro, tu figura. /
Pido un ajuar completo: / lucernas que iluminen mis noches / joyas y enseres
para embellecer mi soledad, / aceites, ungüentos… / Pido llevar mi cabeza
uncida / por una corona de laurel fresco, / una túnica blanca y unas monedas a
mis pies, / no volveré /. (Hueles a olvido)
- /…soleada mañana de otoño, / un frío
aire ventea las ascuas del fuego / encendido durante la noche. / Brasas / para
incinerar el tibio regalo de la vida. / Cenizas ofrendadas / al viento / por mi
alma / al despertar / tras la libación de la belleza sin medida / de la luz, /
del misterio, / del silencio /. (Brasas)
La muerte es finalmente otra cara de la vida, un
cambio, una continuación de las cosas y del mundo. Por eso conviene
"morir" en paz y en serenidad, fusionar con el cosmos. Tema
metafísico y mí(s)tico por excelencia. El deseo de vivir y de estar en el mundo, y
sobre todo el deseo de amar, vence la muerte o al menos aplaza su inminente
llegada. Vivir el instante, poseer el tiempo y disfrutar de él, es la verdadera
y real forma de burlar a la muerte. Es el truco que utiliza Eros y que la
autora nos describe con gran habilidad.
/Hay
espejos que reflejan / el significado de palabras / unidas por la sabiduría /
del tiempo: / Tú ( ) Yo /. (Allí donde te encuentres, V)
La poesía (y la creación artística) es para
Almudena Trancón la única fuerza capaz de vencer a la muerte.
7- Eros en ósmosis con la naturaleza
La Naturaleza es un elemento recurrente en la
poética de Almudena Tarancón. Constituye una amplia metáfora del deseo de vivir
y reflexión central en todo el poemario.
Vimos al principio cómo Camino de piedra azul arranca con la descripción de la naturaleza,
sea exterior (el paisaje de la Vega) o interior (la voz lírica). El pueblo
natal (la morada, el albergue intemporal que protege y alegra la vida), la
ensoñación romántica y luego el erotismo desenfrenado, todo expuesto en forma y
expresión poética. A medida que se avanza en la lectura del poemario, la
descripción de la naturaleza se hace con más insistencia lírica, abarcando
todos los elementos y fuerzas que intervienen en ella: viento, cielo, luz,
sombra, noche, estrellas, lluvia, auroras y crepúsculos y la lista es
interminable.
Evocaré solo algunos ejemplos con breves
comentarios. Se puede afirmar que, tras leer los siguientes
poemas, la voz lírica ostenta tres actitudes diferentes frente a la naturaleza.
1. Una actitud apelativa, donde la voz interpela
la naturaleza pidiéndole que sea indulgente por haber estado ella obligada a
rechazar sus maravillosas ofrendas:
/ pido
perdón: /… al Viento / hoy me acaricia, / se mezcla entre mi pelo, / pero no lo
veo. /…al Sol / me abre un horizonte / de renovadas esperanzas, / y no lo
encuentro. /…a las Estrellas / hoy me muestran / mil caminos en la oscuridad, /
no los sigo /. (Pido perdón)
En el siguiente poema, la voz recuerda que
incluso un día nebuloso es un don de la naturaleza, un espacio mágico donde el
amor y los sueños se realizan también de forma sublime.
/ Hay
días envueltos en blanco, / regalo de la Naturaleza. / No hay horizonte ni
dimensiones, / no hay alrededor. / En esta fría quietud, / con mis tiernos y
cálidos labios, / hoy puedo besar el aire, / sellar un pacto de luz, / con la
Tierra, / con el Cielo, / con el Espacio… / Contigo /. (Niebla)
El ritmo sintáctico es conciso pero se pliega a
la función de la prosopopeya que lleva la emoción poética a su cima: el viento
me acaricia, se mezcla entre mi pelo; el sol me abre horizontes y las estrellas
me muestran mil caminos en la oscuridad. Notar también los sutiles juegos
sinestésicos que crean dos figuras retóricas: la paradoja en: "el viento
me acaricia pero no lo veo"; "el sol me abre horizontes pero no los
encuentro"; "las estrellas me muestran mil caminos que no sigo";
y el oxímoron en: "días en blanco/pacto de luz";
"estrellas/oscuridad"; "fría quietud/cálidos labios";
2. Una actitud carmínica, donde la voz expone sus
sentimientos a través de la descripción de situaciones existenciales concretas
que la relacionan con la naturaleza.
-
/ Empequeñezco en la quietud / de una flor deshojada / que admira el
temblor del sol/ cuando el horizonte huye / mi sombra se consume / serena y
confiada / al atardecer /. (Al
atardecer)
-
/ No concibo el aire que respiro / sin aromas de vida. / No concibo mi
existencia / sin formar parte del milagro / de la naturaleza, / sin ser
acariciada por la brisa / de una mañana / como hoy /. (Sin duda)
Aquí asistimos a la simbiosis perfecta del alma
de la poeta con la naturaleza en sus elementos infinitesimales. De su unión con
el macrocosmo descrito arriba, la poeta pasa ahora a ser parte integral del
microcosmo, donde la voz lírica se muta en flor y se confunde con el temblor
del sol, antes de diluirse en el entorno total, para la eternidad.
De nuevo surge la prosopopeya para elaborar la
estructura sintáctica, responsable de la emoción poética: la flor que admira el
temblor del sol; el horizonte huye; mi sombra se consume; la brisa que
acaricia. Notar también la profusión de las metáforas como "aromas de la
vida"; el milagro de la naturaleza".
3- Una
actitud enunciativa discursiva donde la voz da rienda suelta a sus propios
pensamientos, para discurrir sobre otros elementos de la naturaleza más
abstractos e intuitivos.
-
/ Todo busca su propia naturaleza/ [...] imágenes inmarcesibles de
incorpóreos/. (Caos no significa desorden)
-
/se oyen pálpitos en el infinito, / en ese lugar donde la luz ilumina
sólo las palabras / que regresan, después de cumplir su designio /. (Escucha)
La búsqueda de su propio ser permite pasar del
caos al orden y alcanzar el conocimiento y la plenitud. Juegan un papel
primordial la memoria y la intuición en la elaboración del sentido de las
cosas. El lenguaje poético, las palabras, instaura el sentido y la coherencia
que nos permiten comunicar, entendernos y simpatizar.
8- Del Spleen baudelairiano al optimismo
constructivo
Camino de
piedra azul despliega un extraordinario juego de luces y
sombras. Hay un interés intrínseco de la autora por los crepúsculos y los
amaneceres, ambos reflejando las dos metáforas de la intimidad cuyo deseo ha
sido descrito hasta aquí. La oscuridad o lo sombrío es metáfora de muerte,
dolor por ausencia de felicidad, del amor y del saber. Un tema fundamental en
la poesía romántica y simbolista que la autora reinterpreta a su manera con
gran maestría, sensibilidad y sutileza. En contraste, la luz y los colores
simbolizan lo bello, la claridad, el bienestar, el conocimiento, la
visibilidad, etc.
La autora realiza sin duda una perfecta ósmosis
de lo bello y sombrío (ósmosis que convoca un estudio aparte), aunque la impresión que deja la lectura final
indica que Eros vence a Tanatos. En efecto
-y es lo que indica la metáfora del título del poemario- para la autora
la existencia no puede concebirse sin luces ni colores porque la luz (que es
también conocimiento y saberes) desvela lo invisible e interpreta lo
indescriptible, ilumina lo oscuro y vence lo desconocido; por eso no es posible
expresar su intimidad sin esta luz que en definitiva permite a los sentidos
realizarse en tanto como vista, olfato, tacto, oído y gusto. La luz permite a la
intimidad desvelarse en todos sus
estados.
La mirada (el ojo que observa) atiza el deseo y pone de manifiesto la
manera en que ha de poseerse el objeto deseado. Enfoca la escena, percibe lo
íntimo del cuerpo en sus ínfimos detalles, invita a los juegos eróticos antes
de que los demás sentidos entren en acción para permitir al Yo deseante procede
a satisfacer sus carencias en total libertad...
Veamos ahora cómo vence Eros a Tanatos.
En la lucha descrita arriba entre contrastes y
contradicciones de la existencia (que llamo avatares y representaciones del
deseo) vence en definitiva el único elemento que da sentido a la vida: la
esperanza. Y Camino de piedra azul es sin lugar a dudas el camino que lleva
hacia ella: solo mediante la poesía podemos
alcanzar la sabiduría (la luz); sublimar y exorcizar nuestros instintos
más gregarios que resultan de los deseos insatisfechos (poesía) y liberarnos de
la angustia existencial (libertad).
A- La luz.
La luz simboliza el conocimiento, desvela los
secretos de la intimidad y permite alcanzar la plenitud. Disipa la oscuridad y
la sombra y desafía a la muerte. Da una dimensión de permanencia. Alumbra lo
bello y es fuente de placer y esperanza. Gracias a ella, el mundo nos es
desvelado y el deseo, satisfecho.
/Amanecer / luz derramada / en las extensiones de
la noche. / Noche / un segundo de eternidad
/ [...] Amor / estrella polar / destino seguro / en la vida / en la
eternidad / en la noche / al amanecer…/. (Significados)
B- Sublimación del deseo por la poesía.
-
/Yo busco palabras errantes para llenar de poesía / la vida adormecida
de siluetas que deambulan /buscando un rayo de luz, atardeceres y auroras. /
[...] Yo busco palabras errantes para recitar / poemas / en ese lugar donde se
marchitan las flores, / entre gigantes que deforman y contaminan el /
horizonte. / [...] Yo busco palabras errantes, para que tú, poeta, seas poesía
/. (Palabras errantes)
-
/Sabed, poetas, / que vivo cautiva entre poemas de amor. / Perdida
entre versos, / ellos me llaman… / y no me dejan ir /. (Allí donde te
encuentres, I)
-
/Cuando sientes que nadie te entiende, / que no entiendes nada... /
busca poesía, / ella te entenderá a ti/. (Ibíd., XIX)
C - La libertad del ser, como meta suprema.
Tras experimentar y vivir el abandono y el dolor
como consecuentes de una desilusión por haber dado y no recibido queda la mejor
solución: la libertad.
Sentirse libre no se regatea ni se valora. Es
desligarse de todos los pesos del recuerdo y de los vicios. Es volver a ser uno
mismo, después de haber sufrido vanamente.
-
/ Yo quiero parar el tiempo, / ahora/ correr / salir del vacío de mi
mente / sin mirar atrás, dejar allí, / desterrada, / una antigua voz. / Su eco
/ constante y voraz / me recuerda, insistente, / esa innata certeza del
conocimiento / de mi propia existencia /. (Conciencia)
-
Victoriosa Niké, óyeme: / a veces, / me siento tan libre que los
brazos / se transforman en hermosísimas alas /… y pierdo la cabeza /. (Ibíd.,
VII)
-
/ Ahora sé que no hay nada/ que me haga ser diferente. /He perdido mi
poder. /Ahora sé cómo volver al Olimpo /. (Ibíd., XXII)
La voz lírica quiere emerger de sus propias
cenizas, como el ave Fénix.
Volar hacia otras aventuras, otros horizontes,
sin regreso.
Conclusión
Camino de
piedra azul ofrece dos puertas de acceso a la psique del
poemario:
A- Un
lenguaje específico (oscilando entre sencillo y culto) utilizado por la autora
con maestría, dada su profesión: Capitulaciones, epicentro, saeta, sitiar,
conquistar, ciudadela, centuria, cista, estatuillas votivas, lucernas, etc. Con
además, expresiones muy inspiradoras como "imágenes inmarcesibles de
incorpóreos", "encuadernar los sueños", "quedé atrapada
entre la redondez y las agujas del tiempo", "Si sólo soy un soplo en
el tiempo, una firme utopía", "cierra los ojos y recibe del cielo la
levedad de lo eterno", etc.
B-
Una cultura grecolatina (filosofía y mitología): Platón (pensamiento
reflexivo), Marco Aurelio (sobre el tiempo y la muerte), Niké, Olimpo, etc...,
además de otras alusiones a una pléyade de autores de diferentes horizontes y
corrientes.
Estas referencias de diferentes poetas y
filósofos, que constituyen lo que se denomina "intertextualidad",
completan y estructuran el sentido que la autora quiere imprimir a cada vocablo
del poema.
A la luz de todo lo dicho, podemos definir el
universo poético expuesto en Camino de
piedra azul como un lienzo de
gran valor artístico, una composición musical donde interactúan varias fuerzas
del deseo, entre ellas: el amor y la alegría, el dolor y la muerte, la
decepción y la esperanza, la angustia existencial y la libertad. Donde al final
vence Eros a Tanatos, la poesía a la mediocridad, la libertad a la rendición,
la luz a la ignorancia.
II-
Forma y contenido en Almizcle y
sándalo
El corpus.
1-Hoy vuelvo a ti
2-a tu ceremoniosa
intimidad
3-en el
recogimiento de tu deseo.
|
4-Hoy he vuelto a
ofrecerte mi piel
5-húmeda tersa
amanecida tuya.
|
6-Hoy vuelvo a ti
7-al punzón
delicioso del gemido
8-a tu pecho.
|
9-Vuelvo a tus
labios,
10-caprichoso
brocal donde me vierto
11-rojo fresco
fruto afrodisíaco.
|
12-Vuelvo a tus
manos
13-atraída seducida
desnuda
14-vehemente
hechizo
15-por ti, cautiva.
|
16-Vuelvo sedienta
17-a beber de ti,
surtidor, origen,
18-a bajar a aquel
monte
19-donde el fluir
de tu ser
20-hace brotar
almizcle y sándalo.
|
21-Hoy vuelvo a ti,
22-plena fusión de
la carne,
23-de tu cuerpo y
el mío
24-catártico rito
libertario
25-clímax culmen
ardor finito.
|
MODELO DE ANÁLISIS APLICADO AL POEMA
PLANO DE LA EXPRESIÓN (EL SIGNIFICANTE)
|
PLANO DEL CONTENIDO (EL
SIGNIFICADO)
|
||
NIVEL PROSÓDICO
|
NIVEL MORFO SINTÁCTICO
|
||
GRAFÍA
|
RITMO / MUSICALIDAD
|
ISOTOPÍAS / TROPOS
|
IDEAS
|
VERSOS
|
PLANO
FÓNICO (1)
|
PLANO
GRAMATICAL (3)
|
PLANO
LÉXICO-SEMÁNTICO (4)
|
ESTROFAS
|
PLANO
MÉTRICO (2)
|
ENUNCIACIÓN
|
SIMBOLOGÍA
|
INTERTEXTO
|
TEMÁTICA
|
DEÍCTICOS
|
SINESTESIA
|
Acabamos de analizar brevemente el contenido de
los temas fundamentales del poemario desde el nivel léxico-semántico, nivel que
informa sobre el vocabulario de los campos semánticos de cada tema, como ha
sido expuesto. Ahora bien el lenguaje poético se basa en el mecanismo de las
equivalencias léxicas (repeticiones o recurrencias) y las oposiciones
semánticas.
El estudio de la estructura profunda de un poema
trata estas equivalencias y oposiciones para acceder a los recursos
estilísticos responsables de la producción semántica del poema.
Se accede al sentido mediante palabras e
imágenes. No hay sentido fuera de ellas.
Son las que subsumen y subliman al deseo, es
decir: traducen el instinto animal puro en actos humanos. El lenguaje nos
define. No somos, sin él.
Veamos pues cómo funcionan estas equivalencias en
el siguiente poema.
Como ya dije, este estudio no es exhaustivo y no
pretende de ninguna manera tratar en profundidad la obra de la autora. Es solo
un análisis del discurso previo a la traducción.
Observaciones preliminares.
"Almizcle y sándalo" es un poema libre
de siete estrofas irregulares, heterométricas y sin rimas, con sucesivamente
cortos versos discontinuos (tercetillo, pareado, tercetillo, tercetillo,
cuarteta, quinteto, quinteto) donde falta la puntuación e imperan el asíndeton
y la asonancia. Esta estrategia elaborada con esmero por la autora sirve sin
duda para describir con precisión la escena del apasionado encuentro de dos
cuerpos que fusionan, como bien lo muestra la última estrofa.
De hecho, la prosodia es la única regla utilizada
en la ejecución del poema. Preside el ritmo y la armonía musical del verso con
intención esencial de expresar las emociones y los sentimientos que provoca el
deseo carnal.
Antes de iniciar el análisis es imprescindible
explicar el título cuya función es la de un cebo o aperitivo: invita a la
lectura, atrae la atención, cautiva, seduce, alude al tema e informa sobre su
contenido.
Los dos sintagmas /almizcle y sándalo/ evocan,
además de su sentido literal, una realidad donde todas las percepciones
sensoriales son movilizadas: la vista que capta los colores y la luz; el
olfato, los aromas; el oído, los sonidos); el tacto, la suavidad; el gusto, los
sabores.
Constituyen pues un lenguaje metafórico repleto
de imágenes y símbolos que provocan intensas sensaciones y emociones y expresan
grados poéticos de alto nivel.
A- El
almizcle (del árabe al misk) es el nombre de un perfume
obtenido a partir de una sustancia de fuerte olor que se utiliza como fijador
en perfumes. También es usado en comidas por sus propiedades eróticas
(presencia de un alto contenido de feromonas en las glándulas sexuales que la
producen). Según Kama Sutra, el olor del musk es asociado con la mujer ideal,
la más erótica y sensual. Un factor de seducción y atracción sexual. Los
antiguos libros de Medicina relatan casos de varones que en sus 80 años fueron
revitalizados en su poder sexual gracias a esta valiosa sustancia. Muy
utilizado también por las mujeres histéricas, por devolverles el impulso sexual
reprimido. En aromaterapia se usa en yoga sexual como poderoso estimulante
olfativo que produce estados de arrobamiento y poderoso deseo sexual: una onza
de musk guarda su poder olfativo durante años y un solo gramo es capaz de
llenar una habitación de un aroma penetrante que tarda días en evaporarse. Es
actualmente uno de los elementos más caros de la industria del perfume, junto
al esperma de ballena y al ámbar gris. (Cf. Wikipedia).
Es un tema recurrente y de permanente interés en
literatura y poesía de todos los tiempos:
"¡Que
dulce goce el olor del que me nutre mi amada, con su cuerpo untado de almizcle
y mirra!" (Harum Al-Férez, poeta árabe, siglo I a. de C).
Me permito citar la sexta estrofa objeto de mi
estudio porque supera en belleza y estética a la anterior:
/Vuelvo sedienta a beber de ti, surtidor, origen,
a bajar a aquel monte donde el fluir de tu ser hace brotar almizcle y
sándalo/. (Almudena Tarancón).
B- El
sándalo (del árbol Santalum) es una especie botánica
cuyas virutas son destiladas para la obtención de aceites que se utilizan
fundamentalmente en perfumería. Es utilizado también en rituales como aromatizante
para alcanzar la armonía sexual y espiritual, por ser un afrodisíaco natural.
Fomenta las relaciones virtuosas, promueve el optimismo, calma la depresión, la
ansiedad y los sentimientos de pánico y combate el egoísmo, la envidia y la
crueldad. Mejora la respiración, combate el estrés y favorece la meditación y
la creatividad. Produce efectos eróticos inmediatos en quienes se exponen a sus
olores. También suaviza la piel seca y agrietada... En el hinduismo se cree que
atrae la calma y unifica la mente y el cuerpo en un estado de sosiego. En otras
prácticas el sándalo sirve para acompañar los muertos hasta su próxima vida.
Los creyentes untan el aceite sobre el fallecido porque supuestamente abre las
puertas del más allá para la paz eterna.
El consumo moderado de sus sustancias actúa como
antidepresivo, calmante, antiséptico y moderador del insomnio.
1. Nivel
fónico del poema
En este nivel observamos de entrada que la
estructura métrica del poema es irregular. La descripción del carácter
libidinal y pasional del tema exige que se abandonen la métrica y las reglas de
la rima y se privilegien estrofas con versos cortos, fragmentados y ardientes y
las implicaciones sintácticas, semánticas y discursivas, intención orientada
inexorable y fielmente a describir los efectos de las emociones.
Esto hace que la frase del verso sea heterogénea
(de 4 a 12 sílabas), las pausas y la entonación abruptas a causa de las
variadas velocidades del ritmo cuyas sílabas se muestran en negrita. Por eso no
sorprende que la medida de los versos oscile entre tetrasílabos y dodecasílabos
(mezcla de versos de arte menor y mayor), catalécticos y con tendencia al
anisosilabismo o heterometría, todo ello para que la gramática se adapte a la
pasión erótica descrita y no al revés, es decir, la estructura
semántico-sintáctica "obedece" al ritmo del verso y se pliega a la
grafía de las estrofas cuya composición es también abrupta e irregular (3
tercetos, 1 pareado, 1 cuarteto, dos quintetos) porque se somete y se ajusta al
enmarañamiento de los juegos eróticos y los ... dislocados del gozar.
Este enmarañamiento es acrecentado por algunos
sinuosos encabalgamientos (ruptura entre la pausa versal y la forma sintáctica) en los versos 4, 5, 19, 20, 22,
23 que inciden en la aceleración del ritmo binario y ternario del poema entero
que, pese a la puntuación (me refiero al punto que frena gráficamente cada
estrofa), las únicas y raras pausas estróficas (no las hay ni internas ni
versales) solo sirven para traducir los jadeos libidinales, las agitaciones
físicas y los recreos eróticos, instantes del placer y del gozar programados
todos ellos para alcanzar el clímax: la gradación de las emociones, presidida
por la entonación en negrita y orquestada por la anáfora "Hoy vuelvo a
ti", es descrita sutilmente en leitmotiv partiendo del moderato hacia el
crescendo, es decir, la intensidad pasional aumenta poco a poco, va, en
términos acústicos, de un diminuendo,
cambia a forte y termina en
decrescendo, donde la aceleración final del ritmo alcanza el clímax erótico.
Veamos ahora a cámara lenta estas etapas de la
pasión amorosa, que reduzco aquí al mínimo sin comentarlas, en tres
movimientos:
1 -/
Hoy vuelvo a ti, a tu ceremoniosa intimidad, en el recogimiento de tu deseo… a
ofrecerte mi piel húmeda, tersa, amanecida, tuya/
2 -/
Vuelvo al pulzón delicioso del gemido de tu pecho, a tus manos, a tus labios,
caprichoso brocal donde me vierto, rojo fresco fruto afrodisíaco (...) atraída, seducida, desnuda (...)
sedienta, a beber de ti/
3 -/
a bajar a aquel monte donde el fluir de tu ser hace brotar almizcle y sándalo;
fusión de la carne, de tu cuerpo y el mío, catártico rito libertario, clímax,
culmen, ardor finito/.
Observemos cómo en un primer tiempo el ritmo
despega in diminuendo, "obligando" al verso a expandirse para
expresar sentimientos y emociones que se amplifican y crecen. Luego, muy
pronto, el ritmo se acelera in crescendo y en el verso se acumulan y se suceden
las intensas emociones pasionales para alcanzar el relajamiento final.
Los primeros versos se caracterizan por tres
modalidades estético-literarias: el uso especial del epíteto, seguido de la
sinécdoque en /tu ceremoniosa intimidad/ y /mi piel húmeda/ (zonas erógenas de
las más sensibles) utilizados para aludir de forma más poética al sexo. Es lo
que expresan en efecto la connotación ritual y mítica, casi sagrada, del
epíteto /ceremoniosa; húmeda/, la isotopía sexual que desarrolla la sinécdoque
en /tu intimidad/, en /mi piel/, el
significante hipérbaton introducido por el duplicado posesivo "tuya",
creando así una sutil paradoja que ilustra la violenta inminente fusión
erótica: /mi piel - tuya/ y por último, la musicalidad del conjunto que entonan
las aliteraciones en /t/, /m/, /mo/, /mi/, /um/, /am/, /er/, /re/, /n/, /s/, a modo
de susurros libidinosos invitando al placer físico.
En los siguientes versos, los cuerpos se desnudan
y el texto progresa desarrollando infinitas isotopías eróticas,
"tocar", "acariciar", "besar",
"mordisquear", "gemidos". Un sutil desplegamiento de figuras
retóricas elevan el poema a alturas estéticas, como el epíteto amplificando la
connotación sexual en "delicioso punzón", "caprichoso
brocal"; la gradación adjetival en "atraída, seducida, desnuda,
sedienta"; la doble metáfora sexual en /fruto afrodisíaco/; el
homeoteleuton en /rojo fresco fruto afro/disíaco/; el carácter antitético del
oxímoron en "punzón delicioso del gemido"; la metáfora en
"caprichoso brocal donde me vierto" y la condensación de dos figuras,
la metonimia y la sinécdoque en "a beber de ti", expresión que resume
y desentraña todas las etapas eróticas del gozar.
Los últimos versos se caracterizan por una
complicada red de figuras estilísticas cuya función es alcanzar niveles
estéticos incomparables: el zeugma o elipsis que representa la omisión del
verbo "volver" en el verso 17, también incidente en los versos 2, 7 y
18; la prosopografía que desarrolla "bajar a aquel monte", duplicada
con dos sinécdoques sexuales "monte" y "rito"; la hipérbole
en "fusión de la carne" y la circunlocución "donde el fluir de
tu ser hace brotar almizcle y sándalo".
Tras lo cual se describe el desenlace del acto
sexual, ilustrado de forma sorprendente con una de las figuras más difíciles de
usar, la paronomasia que, por su subsecuente efecto, crea múltiples
aliteraciones, verdaderos soportes y resortes de la estructura semántica:
/beber/bajar/brotar/brocal/ carne (CAR), cuerpo (CUER), catár -
tico rito (liber) - tario, clímax culmen /
Al término de este comentario, podemos pensar que
este poema (en su totalidad) funciona como una partitura, si se transcribe en
un sistema de notación musical.
En efecto, la distribución sintáctico-semántica,
huyendo de toda regla métrica, ha logrado crear impresionantes efectos de
ritmo: ritmo lento en las tres primeras estrofas, iniciado por los preliminares
eróticos; ritmo acelerado en las cuatro siguientes, provocado por la omisión
del adverbio de tiempo /hoy/ y la tensión sexual en aumento, con una pronta
deceleración en los versos 13, 14, 15 y por último, la séptima estrofa arranca
con mayor aceleración, reiterando y resumiendo temas anteriores con más
intensidad para terminar con una deceleración-relajamiento post clímax.
Consecuentemente, la perfecta proporción en la
distribución de las aliteraciones asonantes y consonantes modaliza la
estructura acústica del poema, es decir, la estructura fónica reinterpreta el
sentido y el tema del verso, instaurando así una doble relación de
sonido-sentido que hace que el poema funcione como una partitura y sea puro texto
estético.
2.
Relación de equivalencia métrica
Acabamos de ver que la versificación
anisosilábica omite el principio de las reglas métricas que rigen la
composición pero no la medida del verso, el compás o entidad musical que
componen la acentuación y la entonación ni la modificación silábica que opera
el mecanismo de las licencias como es el caso de la sinalefa (hay 15 en el
poema), el hiato (1) y la sinéresis (2). La ventaja que ofrece la omisión de la
rima permite al poeta, como ya se dijo, expresar sentimientos y emociones en su
estado puramente natural.
Vimos también la estrecha relación de
equivalencia que mantienen el sonido (aliteraciones) y el sentido (sintaxis)
para crear efectos y atmósferas existenciales.
En este apartado hablaré, también brevemente, de
dos paradigmas, entre otros, el de la escansión (A) y el de las rimas
"invisibles" (B).
A- El en poema se distinguen dos tipos de equivalencias métricas
(mecanismo de repeticiones léxicas y polisemias) supervisados por el fenómeno
de la escansión. Los pies métricos, como se sabe, constituyen la base del
ritmo. En el caso del verso libre blanco, cuando los ritmos binarios o
trocaicos se entremezclan con los ternarios o dactílicos, se habla de ritmo
mixto.
La composición estrófica habiendo sido descrita
supra, conviene ahora ver la transcripción métrica propiamente dicho. Ésta
despliega, como lo muestra el gráfico, una extraordinaria irregularidad en la
disposición de los acentos y en la asimetría de las sílabas, con aliteraciones
profusas que pautan de manera musical el inminente encuentro amoroso de los
amantes enunciado por la propia voz lírica en primera persona.
a) Las equivalencias acentuales agrupan los
versos que ostentan la misma acentuación. Son llamadas isométricas.
El gráfico del corpus lo muestra claramente pero,
para fácil lectura, conviene corroborarlo aquí:
-Los de
una acentuación = 1, 6, 8, 15, 19, 21.
-Los de
dos acentuaciones= 2, 3, 4, 9, 12, 14, 16, 23.
-Los de
tres acentuaciones= 7, 10, 13, 17, 18, 20, 22, 24.
-Los de
cuatro acentuaciones= 5, 11, 25.
Conviene precisar que en el verso el periodo
rítmico arranca o se mide a partir del inicio de la sílaba tónica (primer pie
del verso) hasta la sílaba anterior a la última acentuada. Por ejemplo en
"al punzón delicioso del gemido" (verso 7), el ritmo incide en: /zón
delicioso del gemi/, quedando fuera del ritmo /al pun/ y /do/. Esta forma de
congelar o silenciar las demás sílabas se llama anacrusis.
b) Las equivalencias silábicas agrupan los versos
que tienen el mismo número de sílabas.
Estos también se pueden visualizar en el gráfico
del corpus pero prefiero reproducirlos aquí:
5 tetrasílabos (versos 1, 6, 8, 16, 21), 4
pentasílabos (9, 12, 14, 15), 2 hexasílabos (19, 23), 1 heptasílabo (18), 1
octosílabo (22), 2 eneasílabos (2, 25), 3 decasílabos (2, 20, 24) y 7
endecasílabos (3, 5, 7, 10, 11, 13, 17).
Nótese que el verso endecasílabo es predominante
en el poema. Se dice que este tipo es el más noble de la literatura castellana.
Por ser predominante me permito reproducir su repertorio rítmico en el gráfico infra.
TIPOS DE ENDECASÍLABOS EN EL POEMA
|
|||||||||||||
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
11
|
NOMBRE RITMO
|
VERSO
|
ACENTOS
|
X
|
X
|
Vacío
puro
|
3
|
6-10
|
|||||||||
X
|
X
|
X
|
X
|
Zafiro puro pleno
|
5
|
1-4-8-10
|
|||||||
X
|
X
|
X
|
Melódico puro
|
7
|
3-6-10
|
||||||||
X
|
X
|
X
|
Melódico puro
|
10
|
3-6-10
|
||||||||
X
|
X
|
X
|
X
|
Melódico corto
|
11
|
1-3-6-10
|
|||||||
X
|
X
|
X
|
Melódico puro
|
13
|
3-6-10
|
||||||||
X
|
X
|
X
|
Melódico largo
|
17
|
3-8-10
|
El gráfico muestra cómo se puntualizan las pausas
rítmicas hacia la mitad del verso para acelerarse luego y representar y
modalizar los efectos musicales de gravedad y de espera en términos de emoción
y pasión. Lo que se suele hacer a estos niveles (a y b) es elaborar un
repertorio de dichas equivalencias y ver qué relación mantienen con el sentido
del contenido del verso. Nuestro poema, por muy corto que sea, exige un estudio
exhaustivo a este nivel. Sin embargo, ciñéndome a la brevedad del comentario,
abordaré solo algunos ejemplos de ritmos representativos del conjunto, el binario
y el ternario, en sus aspectos simples y no compuestos.
A- En los siguientes versos isométricos
1- /Hoy vuelvo a ti/, / a tu pecho/. /Vuelvo a tus labios/, /rojo fresco
fruto/, / a tus manos/;
2- /plena fusión de la carne/, / de tu cuerpo y el mío/: / clímax,
culmen, ardor finito/
notamos que el ritmo es binario o trocario, por
agrupar palabras bisílabas con el acento tónico en la primera sílaba /-U/
(palabras llanas, menos "fusión" y "ardor", que son agudas)
mostrada en negrita. El primer verso consta de un pie y los demás de uno, dos,
tres, dos, tres, dos y tres, respectivamente. El conjunto consta de diecisiete
troqueos.
Vemos que todos los versos ofrecen la misma
temática resumida en ("Hoy vuelvo a ti") donde el verbo "volver
a" indica que no es la primera vez que el acto amoroso ocurre.
Sobre el plano de la modalidad temporal, el
presente de indicativo proyecta en directo el discurso erótico, reforzado por
los deíctico (“hoy”, “ti”,"tu", "tus"), por la y por la anadiplosis del verbo
"volver" y por isotopía espacial que despliegan en todo el texto las
partes erógenas del cuerpo.
El deseo apremiante de la voz lírica evoluciona,
en términos de escansión e isocronía, en dos ritmos, uno regular y constante
(1), metáfora semántica de los preliminares eróticos y otro acelerado y febril
(2), ilustración de una respiración difícil y espasmódica. Para completar la
citada imagen de la partitura, diré que aquí las palabras dejan de ser
palabras, son, "al fusionar la
carne", sensaciones ardientes, roces epidérmicos corrosivos, donde las
aliteraciones tornan a ser puros fuegos artificiales, pura dinamita, /pl, fs,
crn/, /t crp l m/, /clm ax, clm n, ardr, fnt/, metáfora del momento culminante
de la satisfacción, tras lo cual el ritmo (cardíaco) vuelve a “relajarse”, el
deseo, a saciarse y el “ardor” (por ser calificado de “finito”) a aliviarse.
B- En los siguientes versos
1- / (piel) húmeda tersa tuya/. / (labios) capricho -so brocal- donde
me- vierto/, /atraída…desnuda/, /vehemente hechizo /por ti, cautiva/.
2- /Vuelvo sedienta/, /a beber- de ti, surtidor, origen/ a bajar- a
aquel- monte/ donde el fluir- de tu ser-/ hace brotar almizcle y sándalo/
notamos que el ritmo es ternario o dactílico, por
agrupar palabras trisílabas, con un acento tónico en una sílaba (-U U),
quedando las demás átonas. Para formar trisílabos he cortado o juntado sílabas,
como lo muestra la raya de separación. En total hay 19 dactílicos y 11
troqueos, con los pies consecuentes. Conviene no confundir aquí estos troqueos
con los tríbracos o trímetros yámbicos, que forman 3 sílabas breves (U U U).
El texto expone una red de informaciones
sensoriales visuales y táctiles del cuerpo objeto de deseo, "piel
húmeda", "labios", "cautiva", "sedienta",
etc.
Por lo demás, misma modalidad temporal y espacial
(presente de indicativo, cuerpo, objeto erótico) y también misma escansión en
(1) y en (2) y mismas aliteraciones, con la excepción de una nueva figura, la
del anapesto o antidáctilo que altera la acentuación del ritmo ternario (-U U)
en (U-U, U U-), como bien lo muestran los sintagmas en negrita.
B- Las rimas invisibles u ocultas del poemario
Resulta extraño hablar de este registro
paradójico respecto del verso libre que, por definición, carece de rimas. Sin
embargo, una lectura vertical, en cabalgamiento u oblicua las descubrirá y
dejarán de ser incorpóreas e impalpables. Constituyen lo que llamé en otra
parte "el reverso de la alfombra", siendo ésta una metáfora del texto
(= forma y contenido) y del cuerpo (= parte delantera, parte trasera). La
estructura que tejen estas extrañas rimas representa la fusión de diversas
impresiones sensoriales, eróticas y musicales, incluida la provocada por
sinestesia.
Ejemplifiquémoslo con estos breves casos que
ostenta el poema:
1-Hoy vuelvo (a ti)
2- (a tu)
ceremoniosa intimidad
3-en (el
recogimiento) (de tu) deseo.
|
4-Hoy he vuelto a ofrecerte mi piel
5-húmeda tersa amanecida (tuya).
|
6-Hoy vuelvo (a ti )
7-al punzón delicioso del gemido
8- (a tu) pecho.
|
9-Vuelvo (a tus)
labios,
10- caprichoso brocal /
donde/ (me vierto)
11-rojo fresco
fruto afrodisíaco.
|
12-Vuelvo (a tus) manos
13-atraída seducida desnuda
14-
vehemente hechizo
15- (por ti), cautiva.
|
16-Vuelvo sedienta
17-a BE BER (de ti), SURTIDOR, origen,
18-a
bajar a aquel monte
19- /donde/ el fluir (de
tu) SER
20-hace
brotar almizcle y sándalo.
|
21-Hoy vuelvo (a ti),
22-plena fusión de
la carne,
23- (de tu) cuerpo y
el mío
24- catártico RITO libertario
25- clím ax culm en ARDOR FINITO.
|
a- Entre las “visibles”, está la anáfora "vuelvo a ti" que
preside cada estrofa; los adjetivos "ceremonioso / delicioso / caprichoso
/; amanecida / atraída / seducida / desnuda /; fresco / afrodisíaco
/catártico" y los demás sintagmas "ofrecerte / vehemente / monte /;
surtidor / ardor".
b- Las auditivas:
"... / cer / er / recer: (ceremoniosa; ofrecerte; tersa;)
"... / um / am / em / ma / me: (húmeda, amanecida, gemido, mano,
vehemente, monte, clímax, culmen).
c- Las táctiles, todas epidérmicas:
/" piel húmeda y tersa/; punzón delicioso del gemido/; tus labios/;
tus manos/; beber de ti/; brotar
almizcle y sándalo/; plena fusión de la carne/.
Vemos en estos cortos ejemplos que el juego de
sensaciones va desde lo visual a lo táctil, pasando por lo auditivo. El
lenguaje lírico es sintáctico en un primer tiempo (a), invita a ver y sentir.
Aquí el lector adquiere una actitud de voyeur. En (b), el lenguaje se muta en
puros bisbiseos y sonidos, invita a oír y sentir. Aquí el lector cierra los
ojos para, con su imaginación, saborear los enredos de la acústica erótica.
Pero es en el desenlace (c), donde el lenguaje se semiotiza en puro tacto para
que el lector se deleite...
Es imprescindible leer todo el poemario para
percatarse de que su estructura en verso libre lo es solo en apariencia porque,
además de los aspectos formales (métricos, sintácticos, semánticos), los
aspectos sinestésicos juegan un papel primordial y superior en la configuración
de la estética del poemario.
3.
Relación de equivalencia gramatical
Vimos por qué este maravilloso poema es
irregular, es decir no obedece a ninguna restricción métrica ni a una sintaxis
sofisticada: cada línea corresponde a una frase simple (sustantivos, sujetos,
grupos de verbos y complementos circunstanciales) pero la elección de las
palabras, el ritmo y sus juegos de sonidos, y la armonía, principal
preocupación de la poeta, son llevados a un nivel que solo alcanzan grandes
poetas modernos del poema libre.
Vimos cómo los sonidos permiten crear un cierto
clima, una escena particular, una visión del acto amoroso descrito en esa
desnudez suya, gracias a lo indecible y a la brujería suprema de las figuras
estilísticas citadas.
Veamos ahora la cartografía de los segmentos del
poema. Éstos son a veces alineados a la derecha, a veces a la izquierda.
Notamos al nivel de la gramática un sutil coeficiente de abstracción: la
sintaxis se reduce a su expresión más simple, las subordinadas casi ausentes y
la temporalidad, borrosa. Todo ello para dar lugar a una adjetivación semántica
extrema y general, donde lo visual, lo táctil y lo auditivo prevalecen sobre lo
legible.
El verbo "volver" /vuelvo a ti/,
modaliza cada estrofa y se convierte en el hilo conductor del ritmo que
orquesta el juego erótico y la ceremonia de la unión.
El presente de indicativo (en la estrofa 2 el
pretérito perfecto es un presente acabado) y la reducción de la sintaxis a su
forma más simple son deliberadamente empleados: sirven para enfocar las
acciones de cerca y mostrar la escena en directo y no en diferido, como lo
suelen hacer los tiempos pretéritos. Así el lector percibe una atmósfera real
del acto amoroso, como si estuviera viendo un filme en la pantalla grande.
Distancia cero que tienta la imaginación a participar y a soñar...
La forma o fórmula gramatical del poema (y también del
poemario) es: (V + CO + CC + Adj-epíteto)
Tenemos pues un verbo de acción /vuelvo a/ + un
complemento de objeto /intimidad, deseo, piel, pecho, labios/; + un CC /donde
me vierto, aquel monte, fluir de tu ser, fusión de carne, tu cuerpo y el mío/;
+ un adjetivo-epíteto /ceremoniosa intimida; mi húmeda y tersa piel, el
delicioso punzón del gemido, caprichoso brocal, rojo fresco fruto afrodisíaco;
atraída seducida desnuda, hechizo vehemente, cautiva, sedienta, catártico rito
libertario, ardor finito/.
Estructura gramatical común en todas las estrofas:
/ VOLVER+CO+CC+ADJETIVACIÓN
/
Esta forma peculiar de poetizar lo permite la
estrofa fragmentada y su verso libre e independiente que la autora utiliza con
maestría para fines expresivos, como ya se indicó. La intención del verso libre
es violar la sintaxis del poema clásico tradicional y establecer en su lugar
fragmentos de sentidos que reflejan emociones y sentimientos en su estado de
pura desnudez. Basta con una segunda lectura del poema para ver cómo las
estrofas, en su calculada división, enumeran nítidamente los preliminares del
acto erótico, dibujan detalladamente los movimientos del deseo y la pasión para
llegar al clímax.
La estrofa 1 se caracteriza por tres cortos
versos. Notemos que la segunda línea no está separada por comas (como es el
caso de las siguientes), sin duda para mantener el impulso del deseo ardiente y
continuo.
Lo mismo ocurre con la estrofa 2.
La estrofa 3 explicita más a la anterior. No
olvidemos que el poema entero progresa hacia el clímax, es decir describe
gradualmente el inicio del deseo y su final.
/
tu ceremoniosa intimidad /, / ofrecerte mi piel /, / tu pecho /, / tus labios
/, / tus manos /, / sedienta de ti /, / fusión de la carne, clímax /.
En las siguientes estrofas el adverbio temporal /
Hoy / desaparece por elipsis para aparecer en la última estrofa.
¿Discordancia con la sintaxis? ¿Omisión o
alteración voluntaria?
Creo que su omisión tiene como función deshacerse
del tiempo y del espacio para centrarse exclusivamente, como mediante un zoom,
en los movimientos eróticos de los amantes, sus posiciones y la variación de
intensidad de su pasión. No hay lugar a perífrasis. El poema se hace caricia,
beso, fruto afrodisíaco, unión de dos cuerpos embriagados por el almizcle y el
sándalo. La voz se quiebra y se transforma en gemidos, suspiros y
palpitaciones...
Ahora bien, el éxito estético emocional del
contenido de estas estrofas se lo debe a la forma donde un cóctel impresionante
de imágenes y figuras de estilo cuya función precisa es "poetizar"
esa relación sexual, a través de una lectura erótica del poema.
Además de las figuras ya destacadas y descritas,
hay que subrayar aquí (y también en el poemario) la función fundamental de la
elipsis que despliega varias estrategias: fragmentar la frase, reduciendo
elementos sintácticos y simultáneamente expandiendo elementos semánticos;
imprimirle a aquélla pausas o silencios muy significativos... La elipsis omite
sentidos para, mediante la imaginación, mostrarlos con más insistencia... En poesía
y en el mundo de las emociones y sensaciones, la realidad elíptica, es decir
ausente, es más presente, más impactante...
4.
Análisis del nivel léxico-semántico
Los campos semasiológicos se estructuran desde
los signos lingüísticos a los conceptos, mientras que los campos semánticos
destacan las temáticas que imperan en el poema partiendo del análisis léxico
propiamente dicho. Siendo el análisis muy técnico, lo reduciré al máximo.
El archilexema "cuerpo", en el verso
23, es EL protagonista del poema, por estructurar el campo semántico de todo el
texto. En literatura, especialmente en poesía, y por supuesto en la vida real,
el cuerpo humano es el principal protagonista de todo lo que sucede. A través
de sus sentidos (incluido el sexto) emanan y se realizan todas las acciones que
constituyen lo que llamamos "realidad". Por eso es objeto de estudio
tanto por las ciencias sociales como las exactas.
No es mi intención exponer aquí toda la
morfología semántico erótica del "cuerpo" contenida en el poemario,
pero sí una minimorfosemiótica, ciñéndome al léxico del poema mismo.
El término despliega tres campos semánticos que
se podrían definir como "partes externas", "partes
internas" y "partes periféricas.
Estos campos son definidos respectivamente por
los archisememas:
"cabeza", "tronco",
"entrepierna" (lo exterior); "boca", "garganta",
"paladar", "corazón" (lo interior) y "función
vital", respecto de lo periférico.
A su vez, encontramos en los tres campos
semánticos los lexemas siguientes, con sus semas nucleares simples puestos
entre paréntesis, para abreviar:
"rostro" (ojos/mirada, labios/besos (V.
9), oreja, mentón, mejillas/caricias); "pecho" (V8) (senos,
pezones); "manos" (V12), "caderas" (cintura, nalgas,
vientre); "piel/desnudez" (Verso 4);"boca" (lengua,
garganta); "partes íntimas" (V. 2, 3, 18, 19, 20), (pubis,
pene/vagina); "corazón" (aquí como depósito de las pasiones);
"penetración" (V. 22, 23, 24, 25); "pulsión",
"gemido" (V. 7), (respiración, aliento, sudor, sed (V. 16, 17),
palpitación, susurros)
Como es habitual en este poemario, los tropos
estructuran cada verso. Evocaré solo algunos. /mi piel/ aparece como metáfora
de la desnudez y metonimia central compleja del poema cuya función es evocar
todas las zonas erógenas del cuerpo femenino, ofrecidas, acariciadas,
mordisqueadas y poseídas con deleite.
Notemos también el uso incomparable de la
paradoja, casi un quiasmo, en /mi piel-tuya/, donde se describe la penetración:
mi piel es tu piel; soy tuya; eres mío = / soy tú /, / tú eres yo /... Y la
combinación es infinita. Solo en poesía pura encontramos estos juegos del Ser,
sobre el Ser.
A nivel macro estructural, la anáfora / Hoy
vuelvo a ti / tiene como función sintáctico semántico el mantener y reforzar el
ritmo progresivo y las etapas eróticas del encuentro amoroso. En efecto, la
reiteración permanente de esta anáfora
articula de forma coherente todas las escenas eróticas desde la desnudez, la
mirada, el tacto, el olfato, hasta el clímax del deseo.
La expresión “tu ceremoniosa intimidad” es un
eufemismo que elude la lengua coloquial para elevar el sentido a un nivel
poético incomparable. Este eufemismo progresa en sutileza poética en las
expresiones "hoy he vuelto a ofrecerte mi piel" y "al punzón
delicioso del gemido", expresiones de gran descarga emocional.
Es interesante observar que las palabras
"no" se remachan en el poema. Son prioritariamente elegidas con una
función única: plegarse a la ardiente tarea de la pasión, la de consumirse en
el placer. Contribuyen a ello los lexemas psicosomáticos: (“cuerpo”,
“desnudarse”, “caricias”, “besos”, “olor”, “ardor”, “dolor”...)
Como lo observamos, del "cuerpo" brotan
varias manifestaciones psicosomáticas exclusivas con sus propios rasgos
semánticos que resumo en tres clasemas contextuales: una febril actividad
erótica; una imbricada red de sensaciones y emociones resultantes de ésta y
consecuentemente una estética que resalta lo bello y poético de estas
manifestaciones. Esta estética la elaboran las isotopías de los
adjetivos/epítetos (Versos 5, 10, 11, 13,14, 24) que actualizan la semántica de
cada sustantivo, el profuso despliegue de las figuras estilísticas y la
semiótica de los propios símbolos y rituales del cuerpo, como bien lo muestra
el verso 24.
El ritmo morfosintáctico es la base del verso
libre, pero es subordinado aquí y en el poemario al ritmo fónico métrico
responsable de la yuxtaposición de imágenes y metáforas que instituyen la
poética de la obra. La organización sintáctica sirve de plataforma a los
efectos del ritmo musical y sentimental de la pasión.
La autora, al repudiar la rima, quiere reproducir
en frases simples los múltiples movimientos de la pasión. Lo logra con sutileza
e imaginación. Por eso alcanza espléndidos niveles estéticos.
CONCLUSIÓN
A lo largo de este modesto estudio se ha querido
mostrar en directo los avatares del deseo cuyas figuras principales son el
amor, el erotismo, el sexo y la pasión carnal, con sus consecuentes
contrastados efectos, el placer, el goce, el desamor, la separación, el olvido,
el dolor, la resignación, etc. Expresado todo ello de manera introspectiva para
alcanzar lo más íntimo y sagrado del ser.
Aprendemos en Camino
de piedra azul que la poesía no solo consiste en fabricar versos sino en
mostrar niveles originales de la realidad, trazar nuevos caminos, siendo uno de
ellos el camino azul de la vida o el hilo
azul de la existencia, teniendo en cuenta el simbolismo, la polisemia y las
múltiples metáforas que encierra el color azul. La "vie en rose" está
mejor en azul. Es sorprendente ver que "azul" es el anagrama de
"luz". Luego el "azul" ilumina, ofrece nuevas percepciones,
abre puertas y caminos, enseña una forma de vida sui generis, la de la poesía,
una poesía que nos interpela y embriaga, nos aborda y seduce porque al fin y al
cabo traduce nuestro propio malestar y nuestra sempiterna búsqueda de la
felicidad.
Con su verso libre, A. Tarancón se inscribe en el
movimiento literario cuyos pioneros fueron Walt Whitman, A. Rimbaud, Emily
Dickinson, Charles Baudelaire, Anne Sexton, entre otros. Como se sabe, esta
forma de poetizar proviene de la poesía popular donde el poema se acompañaba
solo de música, ignorando las ataduras de la métrica y haciendo del ritmo y de
la armonía su única preocupación.
Así, Camino
de piedra azul logra transfigurar en belleza, esperanza y amor este mundo nuestro cada vez más
caótico, peligroso, caduco, más absurdo y obsoleto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario