domingo, 8 de febrero de 2015

TRADUCCIÓN DE "BITÁCORA DE UN VIAJE A TÁNGER SIN RETORNO", DE NURIA RUIZ.





TRADUCCIÓN DE BITÁCORA DE UN VIAJE A TÁNGER SIN RETORNO, 
DE NURIA RUIZ.





PRESENTACIÓN, TRADUCCIÓN Y ESTUDIO
DE ESTA INCOMPARABLE OBRA:



ESTUDIO SEMIÓTICO DE LA OBRA, 
LEÍDO 
EN EL INSTITUTO DE ESTUDIOS CAMPOGIBRALTAREÑOS
III ENCUENTRO LITERARIO DEL IECG






MI CONFERENCIA
https://www.youtube.com/watch?v=qJDhapDdQZE


PROGRAMA DEL ENCUENTRO



                        RESEÑA DE ESTE ANÁLISIS SEMIÓTICO 

Forma y contenido en
Bitácora de un viaje a Tánger sin retorno,
 de Nuria Ruiz.


Situación comunicativa en la que se enmarca la obra

En esta extraordinaria obra poética, editada en 2012 por Seleer, Málaga y que aquí llamaré simplemente Bitácora, Nuria Ruiz Fernández (cuya trayectoria académica es imposible exponer aquí, escritora, comunicadora, articulista, gestora cultural y autora de varios libros publicados) utiliza la forma del zéjel para narrarnos una sobrecogedora historia de amor y desamor que ubica entre las dos orillas, Algeciras y Tánger, representadas respectiva y metafóricamente por la narradora y su pretendiente. Pero lo hace de manera innovadora porque mantiene la estructura estrófica asonantada del zéjel clásico, combinándola con la rima suavizada del romance narrativo, sintetizando así las dos tesis antagónicas clásicas del género: la teoría silábica acentual que proclama el predominio del acento por encima de las leyes de la cantidad en las sílabas y la teoría cuantitativa que proclama la pervivencia de los metros en el zéjel.

Antes de proceder al análisis de este magnífico poemario, conviene hacer un recordatorio teórico muy breve del género.

El zéjel (en árabe: ل_ ز, jazal, con la “J” francesa, 'canción' en dialecto) en su forma más típica, consiste en un estribillo de dos versos, al que siguen otros tres monorrimos (mudanza) y un cuarto verso (vuelta) que rima con el estribillo, anunciando su repetición. La distribución de la rima es la siguiente: aa (estribillo), bbb (mudanza), a (vuelta) y repetición del estribillo. O sea, aa-bbba, aaccca, aa-ddda. Y se puede alargar al infinito.

Preludio, mudanza y vuelta, estructura característica del zéjel, son los tres actos que mantendré a la hora de explicar el contenido y la forma del poemario.

En origen fue un género poético de la poesía mozárabe, que como saben, se desarrolló en forma de canción en al-Ándalus, cultivado luego por poetas hebreos castellanos y europeos. En al-Ándalus estaban escritos en árabe dialectal (árabe andalusí), y a menudo con palabras y expresiones en romance, muestra del bilingüismo de la sociedad andalusí. El más típico cancionero escrito en forma de zéjeles es el de Abû Bakr ibn Abdul-Malik ibn Quzmân, más conocido simplemente por Ben Quzmân, poeta cordobés del siglo XII. 

El zéjel era cantado por coro y solista. Era una forma muy popular en al-Ándalus y solía acompañarse en baile de laúd, flautas, tambor y adufes o castañuelas. Tuvo una gran repercusión en todo el mundo árabe de la época, como se sabe. También tenía mucho éxito en los reinos cristianos, que pagaban altas retribuciones a los juglares moros. Existen variaciones más libres sobre esta forma tradicional que Nuria Ruiz utiliza también en su obra.

El argumento

Las recurrencias en el léxico y los campos semánticos, así como las connotaciones de las palabras del poemario indican que se trata de un drama sentimental donde la narradora es víctima de traición, frustración, humillación y maltrato por parte de su pareja. Para olvidar su pesadilla abandona Algeciras, lugar de su desdicha, rumbo a Tánger donde la espera un nuevo amor, una nueva vida. Según el título es un viaje sin retorno. Evoca durante la travesía sus decepciones sentimentales y sus esperanzas en un futuro mejor. 

El tema es clásico en la poesía (el amor, el engaño, la traición) pero está tratado de forma novedosa y vanguardista porque a través de treinta zéjeles, la autora reanuda con los grandes mitos amorosos que jalonan los avatares de las relaciones entre las dos orillas, Algeciras y Tánger, Marruecos y España.

El planteamiento del tema es pues peculiar. La autora es experta en describir y expresar, mediante la voz poética, sentimientos y emociones de soledad, tristeza, melancolía, temor, angustia, amor, desamor y añoranza de tiempos mejores.

Es peculiar porque logra hacer del poema un acto narrativo fundamental, contando hechos notables, episodios autobiográficos, escenas entrañables. Pero donde más innova es cuando alterna diversos códigos poéticos. Mediante la poesía de la experiencia, expresa peripecias vitales de su vida y hechos anecdóticos reales. Mediante la poesía de corte realista, plantea la denuncia de problemas sociales observados en el país vecino, utilizando incluso un tono reivindicativo. Y por último y dentro de la tendencia modernista o simbolista la autora describe ambientes fantásticos, de ensueño y asuntos mitológicos característicos de las dos orillas. 

Sin darse cuenta, el lector se ve involucrado en este introspectivo viaje, embarcado a su vez en una travesía que separa dos orillas, la del dolor y el engaño (Algeciras) y la de las mil luces con arrebatadoras emociones nuevas (Tánger).

Si Nuria Ruiz logra plasmar esa inolvidable travesía, que por razón se llamó “la calle de agua”, es porque la sitúa entre dos derivas completamente opuestas, la de la amargura y las lágrimas por un amor no correspondido y la de la alegría y los placeres de un nuevo amor más intenso. Precisa leer y saborear el poemario en su integridad para comprender toda la historia.

Funciones del lenguaje

Hay varios sistemas de análisis de poemas que forman la poética.

Aquí presentaré un acercamiento básico pero breve, destacando los elementos más obvios del poema como la expresividad sonora y el sentido global, el contenido fundamental, la versificación o análisis estilístico y finalmente la interpretación semiótica, para mostrar al lector la creación del poema en su desnudez.
Por no disponer de tiempo suficiente, expondré sólo el análisis de las estructuras interna y externa de la obra. En resumen, claro.

A-  Estructura externa

Abarca la construcción sintáctica, la configuración estrófica y la utilización de diferentes formas que hacen de la Bitácora una narración con episodios alternados y discontinuos, faceta que muestra que la autora es consciente de los códigos narrativos modernos. El poemario consta de treinta sugerentes títulos, por ser algunos repetidos.
Por razones de metodología los voy a encasillar todos en el gráfico de la estructura del propio zéjel, obteniendo así un solo poema unido que reparto en tres actos, como suele ocurrir en el teatro:
Preludio o 1er acto: corresponde al inicio del periplo de una huida necesaria para evitar lo peor, la depresión y el desasosiego.
Lo forman los siguientes títulos.
“Puerto de Algeciras, Recuerdos, Me voy, Me despido, la Baraca me acompañe, No me busques, Desierto”.
Mudanza o 2ndo acto: corresponde a la transformación de los enunciados. La narradora observa que su vida se transforma al dejar atrás un pasado amargo y al zarpar hacia lo que sería la tierra prometida. Lo forman los siguientes títulos.
“El barco, En tierra de nadie, El Mediac, La última carta de la barja, Aromas eternos, Puerto de Tánger”.
Vuelta/desenlace o 3er acto: corresponde a la etapa donde el edén anhelado es alcanzado, la felicidad, lograda.

Lo forman los siguientes títulos.
“Tánger, Laberintos, Un día en Marruecos, Sonidos de Tánger,
En el Hafa, Ramadán Mubarak, Habibi, Zéjel al amor, a Mustafa, Velos de seda”.
Intentaré explicar ahora las características métricas y estilísticas de sólo algunos de estos títulos, invitando al lector interesado a leer la Bitácora en su integridad.
Recordemos que la métrica es un recurso fónico que somete el lenguaje a un ritmo determinado para destacar la rapidez/lentitud de la expresión del verso, su solemnidad/ligereza; armonía/desasosiego; equilibrio/ contraste, etc.
Completando lo ya señalado sobre el zéjel, precisa recordar que estos versos pertenecen al arte menor ya que no tienen más de ocho sílabas.

La autora escribe su Bitácora en parte por su gran interés por este género poético y en particular por su intención de sintonizar sus preocupaciones existenciales, en este caso una historia de amor malograda. No se trata de forzosamente una autobiografía, o por lo menos no interesa teóricamente plantearnos aquí esta cuestión.
El zéjel le permite, además, con su estructura cerrada, dar un cauce preciso a su inspiración de gran poeta, pues como veremos, lo utiliza de forma muy innovadora, añadiéndole libremente versos o descoyuntándolo rítmicamente. Es decir, no se deja encasillar en la reducida ley métrica de los versos, pues alterna paralelamente poemas de arte mayor cuyos versos tienen 9 o más sílabas, en endecasílabos con rima asonante ABBA, ABBA CDE, DCE y utiliza también versos con ausencia de rimas, como el verso libre, blanco o suelto, con la sola preocupación de expresar sentimientos y emociones auténticas. Sobre todo cuando, como en la Bitácora, la forma predominante del poema es la narración, la descripción y la exposición de hechos que implican argumentación y diálogo.
Las funciones del lenguaje (representativa o referencial, emotiva o expresiva, conativa o apelativa, poética, fática) hacen que la autora sacrifique la métrica en muchas ocasiones.
Versos de arte menor.

Estos versos y los siguientes, siendo octosílabos o conteniendo menos de ocho sílabas, pertenecen todos al arte menor, uno de los más importantes en la literatura popular española. En otra ocasión dedicaré un estudio completo al verso de arte mayor de la Bitácora.
Para no agobiar trataré de ser muy breve en el análisis siguiente, arriesgándome a ser infiel a la autora por no revelar todos los grandes acontecimientos del poemario. Pero sé que el lector leerá por su cuenta la Bitácora en su integridad, para saborear esta asombrosa poesía de la que Nuria Ruiz es ahora una conocida especialista.
Procedamos con orden, aplicando lo ya expuesto.
Contemos las sílabas para ver cómo la distribución de los acentos produce una armonía y una sonoridad entre las palabras acentuadas y las no acentuadas.

Puer/to / de /Al/ge/ci/ras/, (a)
Ma/le/cón /de /mis /he/ri/das/.(a)
Me-es/pe/ras/ sin/ a/vi/sar/me/, (b)
Me-a/co/ges/ sin/ ab/ra/zar/me/, (b)
Me/ guí/as/ sin / hab/lar/me./ (b)
¡/Qué/ be/lla/ ba/hía/! (b)
Puerto de Algeciras, (a)
Malecón de mis heridas. (a)

Notamos que cada verso consta de ocho sílabas o menos.
Encontramos la forma del zéjel con la estructura fija ya citada. En la mudanza, tercer y cuarto verso, apliqué una sinéresis que consiste en fundir dos vocales en una que están en sílabas distintas. O sea, resté a cada verso una sílaba para obtener un decasílabo en cada caso.
Lo mismo hice con el verso de la página 8:
/Tán/ger/, da/ma he/chi/za/do/ra/,
donde la cuarta y quinta silaba forman una sola sílaba que es:
/ mae/.
Lo mismo podríamos decir del siguiente zéjel, a condición de operar una sinalefa (pronunciación en una sola silaba de la vocal final de una palabra y la vocal inicial de la siguiente) fundiendo las dos primeras sílabas del verso en una, para obtener un verso de arte menor, en vez de arte mayor.
/Te en/tre/gas/ sin /pe/di/men/to/.

A veces se puede proceder al revés de lo que se da en una sinalefa. En vez de fundir sílabas se las puede alargar o multiplicar. Es el papel de la diéresis o dialefa que consiste en la desunión forzada de un diptongo para formar dos sílabas en lugar de una. La diéresis se indica con la colocación de dos puntos, llamados diacríticos, sobre la vocal débil, o la de menor intensidad fonética del diptongo.
Así la palabra “Puerto”, que separé en dos sílabas arriba (/Puer/to) la puedo ahora alargar en tres sílabas en el poema siguiente: 

/Pü/er/to /de/ Tán/ger/,
¡Tu gente tiene ángel!

Ahora bien si consideramos los dos zéjeles nos daremos cuenta que están unidos sintácticamente en una oposición antifrástica: todos los versos que los componen se invierten para dar una imagen nítida de un drama sentimental: los dos puertos tienen funciones opuestas. Sirven de escenario y espacio para la historia que poco a poco se va contando. La palabra "malecón", (Muro construido como protección contra las aguas) se opone en efecto a la palabra "barlovento”, (término que indica la dirección desde la cual llega el viento).
Ambas palabras son metáforas y dan cabida a una única narración que se inicia con los verbos conjugados en segunda persona del singular. La narradora escapa del primer puerto donde vive una tragedia sentimental y viaja hacia el segundo puerto donde la espera el verdadero amor. Obtenemos la antítesis:

Infierno versus paraíso.
“Puerto de Algeciras, Malecón de mis heridas.
Versus
Puerto de Tánger, Recompensa de mi viaje.”


En el siguiente zéjel la historia de aquel malogrado amor se pone de manifiesto. Las razones de la huida son obvias:
Me voy por no pensar,
Me voy para soñar.
No quiero volver a amar.
Dejo aquí toda mi vida.
Solo llevo billete de ida
Y una sonrisa escondida. (P.14)

Fijémonos bien en el doble esquema de la rima.
-La rima se repite de forma fija, produciendo un efecto sonoro especial porque es la coincidencia o repetición de fonemas en dos o más versos a partir de la última vocal acentuada.
En este zéjel la mudanza se triplica en tres estrofas, bbb, ccc, ddd, creando un ritmo peculiar a este género al ser cantado, bailado y acompañado de instrumentos como el laúd, la flauta e incluso el tambor. Ritmo y rima producen los mismos sonidos creando un efecto musical y suave.
La rima consonante es aquella en la que coinciden todos los fonemas, vocálicos y consonánticos, a partir de la penúltima vocal acentuada.

Tus ojos me odiaban,
Tus manos me ataban,
Tus labios me humillaban.
Dejo aquí toda mi vida.
Solo llevo billete de ida
Y una sonrisa escondida.

La coincidencia se produce a partir de la vocal tónica, palabra llana grave, donde la voz se carga en la “a” e "i".
-La rima asonante es aquella en la que sólo coinciden los fonemas vocálicos.
Ejemplo:
Puerto de Tánger, ¡Tu gente tiene ángel!

Aquí la rima también se produce entre los versos a partir de la última vocal no acentuada, siendo palabras llanas que no terminan en “n”, en vocal o “s”. La coincidencia sólo se produce en las vocales (e-e), mientras que las consonantes son distintas (l-r).

En los dos siguientes zéjeles la narradora lanza los dados:
¡Alea jacta est! Ya está en Tánger. En la Medina, en el zoco. Su pasado ya no es sino una antigua pesadilla de la que ya no se acuerda.

Llegué a Tánger despojada/De una vida anestesiada
El baúl de mi recuerdo/Lo olvidé en el puerto.
El tráiler de mi vida/Se rebobina enseguida
Al pisar la Medina/El pasado ha muerto.
El baúl de mi recuerdo/Lo olvidé en el puerto (P.32)
Tánger, dama hechizadora/De todos, acogedora.

Conviene marcar en estos maravillosos zéjeles los tres tipos de pausas métricas que Nuria Ruiz, como en los demás zéjeles, logra con maestría:
-La pausa estrófica obligada, que se produce al final de cada estrofa.
-La pausa versal obligada, que se produce al final de cada verso.
-La pausa interna facultativa, que se produce en el interior del verso. Ello individualiza al verso como unidad de ritmo, mostrando la emoción o la emotividad en su paroxismo y desnudez.

B- Estructura interna

Se articula la estructura interna con la progresión del tema de la estructura externa, para saber si ambas estructuras son equilibradas (simétrica, armoniosa) o desequilibradas (versos quebrados, desiguales).

El análisis se hace linealmente (de estrofa en estrofa, y verso a verso dentro de cada estrofa), si el poema es breve. 

Cuando el poema es muy largo, como la Bitácora, es preferible hacer un análisis según los 4 planos del lenguaje que más se estudian: el morfosintáctico, el fónico, el léxico-semántico y el semiótico.

Por falta de tiempo aludiré aquí al último plano pero sólo evocando el nivel de la estructura superficial.

En la teoría semiótica de los textos, el modelo actancial pretende demostrar que en cualquier texto o narración, y a nivel microscópico, aparece siempre la misma historia: un sujeto (S) que por necesidad busca un objeto (O), / eje del deseo, de la pasión/; un ayudante (A) que le ayuda para alcanzarlo /eje de la comunicación o don/ y un oponente (OP), enemigo y obstáculo en esta empresa, /eje del conflicto o prueba/. Estos actantes pueden conmutar y ser destinador (D1) o fuerza que manipula la historia y destinatario (D2), o actante que se beneficia del éxito.
Teniendo en cuanta el argumento de la Bitácora, el esquema actancial se articula pues gracias a la combinación de relaciones o predicados de tres tipos:
- Relación de Deseo/pasión, que liga al sujeto deseante (la narradora del poemario) al objeto deseado (el amor que la espera en Tánger).
-Relación de Comunicación, que vincula al destinador y al destinatario a través de un sujeto y su objeto valorado.
El destinatario aquí es la propia narradora al recibir el objeto valorado, que es estar en Tánger con su amor verdadero.
El destinador es la voluntad de la narradora, su deseo de huir de Algeciras, su poder de viajar, de saber luchar para alcanzar lo deseado.
- Relación de lucha o prueba, que puede impedir o facilitar que el deseo se realice. Es el eje de la narración donde intervienen el ayudante y el oponente.
Teniendo en cuenta estos tres predicados, el esquema general del programa narrativo (PN) de este viaje sin retorno se transcribe semióticamente ene este algoritmo:

(D1) → [(S1 Ù O) → (S1 ∩ O)]

Donde el sujeto del deseo (S) vive dos situaciones antagónicas: 

En Algeciras, la narradora es humillada y engañada, se dice que está en disyunción (Ù) con el objeto valorado; y en Tánger, siendo alegre y correspondida, se dice que está en conjunción (∩) con el objeto valorado. La narradora, movida por su querer/poder/saber/deber (D1), pasa de una situación disyuntiva inicial (S1 Ù O) a una situación conjuntiva final (S1 ∩ O). 

Fórmula que en palabras vuelve a ser:

Infierno versus paraíso.
“Puerto de Algeciras, Malecón de mis heridas.
Versus
Puerto de Tánger, Recompensa de mi viaje.”

Esta es la estructura semiótica superficial del modelo actancial. 

En mi anterior estudio presenté la estructura profunda de la Bitácora, que abarca términos como matriz de la obra, hipograma y paragrama, intertexto, interpretante e hiperdeterminación del sentido, función de la mímesis, catacresis y polifonía.

Conclusión 

La Bitácora aborda principalmente el tema clásico del amor. 

El amor lo inventaron los trovadores del Zéjel en la España musulmana, tras ponerlo de moda, lo divulgaron por las cortes europeas con un éxito sorprendente. 

La Bitácora es un poemario que gusta mucho porque Nuria Ruiz, como poeta innata, ha escrito sobre el amor con total sencillez, tacto e inteligencia. Creo que este poemario continuará siendo uno de los poemas de amor más bellos jamás escritos hasta ahora en forma de zéjel; en el que uno puede pararse a pensar sobre el amor y ver cómo este sentimiento es capaz de transformarnos en personas humanas, demasiado humanas. Parece increíble que necesitemos de este sentimiento para poder subsistir y soportar la levedad del ser, y Nuria Ruiz sabe hablarnos de ello, sobre todo en situaciones tan difíciles como la distancia que separa orillas y la cultura que margina a mentes. Nuria Ruiz hace de la tolerancia el eje del amor, por eso es, en su Bitácora, el tema que más nos atrae, nos seduce porque por ser descrito por la autora, es algo tan bonito y difícil de olvidar.

Habla en definitiva de la desgarrada búsqueda de la felicidad, del anhelo de trascendencia, de la fuerza que nos lleva más allá de nuestra humillada y equivocada vida sin el amor. Nuria describe ese noble sentimiento con un dominio excepcional del lenguaje y de la tradición literaria, la del Zéjel. La lectura de este poemario provocará en el lector una multitud de sensaciones y emociones que por fuerza le llevarán a la reflexión y a un mayor conocimiento de sí mismo y del otro. Ello demuestra sin duda alguna la condición creadora de su autora.

                                                          Por Ahmed Oubali

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